River ganó el partido a partir de lo que hizo tácticamente especialmente entre los 15 minutos del primer tiempo y el final de la etapa. El libreto armado por Gallardo para cortar a Boca en la mitad de la cancha le dio resultado y dejó al equipo de Arruabarrena sin argumentos ofensivos, sin la pelota, y quitándole la chance de crear fútbol. Si bien la segunda parte fue de pura pelea, River, de los dos fue el que mejor pensó el partido aunque llegó a la diferencia cuando todo estaba muy parejo.
¿Qué puso Gallardo en la cancha? Primero y antes que nada reforzó la mitad para pelearle ese sector a Boca, colocando a Ponzio junto a Kranevitter, además Carlos Sánchez se paró bien abierto sobre la derecha con Driussi haciendo lo mismo en el sector izquierdo, lo que determinó un claro 4-4-2, un dibujo que fue agresivo en el primer tiempo, cortando la mitad de la cancha de Boca y de ahí saliendo la pelota para Teo que se tiró a la izquierda, con Rodrigo Mora moviéndose en los espacios que generaba la presión que ejercía sobre Boca.
La estrategia de River le permitió dominar claramente el partido desde los 20 minutos, obligando a Boca jugar en su campó y tener el ataque desconectado del equipo, lo que le permitió a River no sufrir sobresaltos cerca de Barovero. El dominio de River si bien le sirvió para amontonar a Boca cerca de su área no tuvo resultados concretos porque prácticamente no hubo jugadas de gol, a pesar de que abundó el dominio.
En la segunda parte River decayó en su juego, bajó unos metros y dejó de atacar, pero nunca se desarmó, ni salió del libreto que había armado Gallardo de armarse con 4 volantes.
Boca no se pareció en nada a lo que venía haciendo en los partidos. Antes que nada perdió la lucha de la mitad de la cancha porque Pablo Pérez ni Cubas pudieron sobreponerse a lo que antepuso River, entonces sin la pelota, sin chances de poder armar juego porque Lodeiro jugó libre pero corriendo detrás de la pelota, Boca se dedicó a defenderse, a bloquear a un River que lo superó. Ofensivamente lo de Boca en la primera parte fue inexistente.
A diferencia de la primera parte, Boca decidió pararse unos metros más adelante con el fin de salir del asedio al que fe sometido en el primer tiempo, pero igual nunca encontró calidad para preocupar a River.
Un juego de ajedrez que ayer fue para River, y que promete una nueva versión dentro de una semana.