En el primer entrenamiento táctico formal, Pablo Guede dejó traslucir su idea futbolística en el armado del equipo de San Lorenzo que desde el 3 de febrero, cuando juegue con Boca la final de la Supercopa Argentina, comenzará una temporada exigente en cuento a competencias nacionales e internacionales.
En la cancha del Nuevo Gasómetro, se jugó ayer a la mañana un partido de fútbol entre los dirigidos por Guede (divididos en dos formaciones distintas) y la Reserva campeona que conduce Claudio Biaggio. Al final de los ochenta y cinco minutos, el partido finalizó dos a dos.
A primera hora, Guede paró un 4-1-3-2 con Sebastián Torrico; Julio Buffarini, Matías Caruzzo, Juan Mercier y Emmanuel Mas; Néstor Ortigoza; Pablo Barrientos, Leandro Romagnoli y Sebastián Blanco; Nicolás Blandi y Martín Cauteruccio.
Al no contar aún con los refuerzos, Pichi Mercier se acomodó a la posición de marcador central con la misión de cortar juego y principalmente de ser la puntada inicial en la salida desde el fondo. Este primer tramo del entrenamiento finalizó igualado sin goles.
Las características de juego fueron mucho dinamismo en los movimientos, salida desde el fondo, pelota al piso y presión sobre la salida del rival. De no mediar novedades, esta sería la formación azulgrana para debutar en la Copa Ciudad de Mar del Plata, el próximo martes desde las 22.10 contra Independiente.
A segundo turno, Guede mandó a la cancha a José Devecchi; Brian Mieres, Gonzalo Prósperi, Marcos Senesi (Tomás Cardona) y Lautaro Montoya; Franco Mussis; Enzo Kalinski, Facundo Quignón y Gabriel Esparza; Ezequiel Ávila y Héctor Villalba. Este último autor de los dos goles de los profesionales.
En la presente jornada, y hasta el domingo inclusive, San Lorenzo se entrenará en doble turno.