Fueron 14 partidos los que enfrentó como visitante. En total, ganó seis, empató siete y cayó en una ocasión: ante San José de Oruro, en Bolivia, a 3700 metros de altura. Esa noche, el equipo aguantó 80 minutos de igual a igual, pero sobre el final se cayó y llegaron los goles del local.
Una de las características que más destacó a River en el marco internacional fue la inteligencia para encarar los partidos. Peleó cuando debía morder, jugó donde tenía que ser protagonista. De alguna u otra forma, siempre impuso condiciones. Los jugadores mostraron versatilidad para adaptarse a condiciones adversas, sean cuales sean.
Esta noche, la kryptonita de River en los torneos internacionales vuelve a aparecer. Quito está a 2800 metros de altura, el único factor que los de Gallardo no pudieron superar con comodidad. Sin embargo, a diferencia de aquella visita a Oruro, esta vez manejan la ventaja: el 2-0 de la ida es clave, ya que si convierte un gol, obligará a la Liga de Quito, el rival de los octavos de final de la Sudamericana, a convertir cuatro.
Para dosificar fuerzas, frente a Crucero del Norte, el fin de semana, Gallardo cuidó a la mayoría de los jugadores que serán titulares esta noche. No lo habrá hecho en vano: hábil, el "Muñeco" no querrá tropezar dos veces con la misma piedra.
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