El temor de los organizadores por el arribo de los violentos a La Feliz se concretó. La facción de Rafael Di Zeo se encuentra en el estadio mientras que la de Mauro Martín tuvo que regresar a Buenos Aires.
Cinco micros con barras bravas de Boca Juniors, pertenecientes a la
facción que lidera Mauro Martín, que viajaban a Mar del Plata para
presenciar el Superclásico, fueron detenidos a la altura de la ciudad
bonaerense de Dolores y se los hizo regresar a Buenos Aires.
Los barras, que viajaban escoltados por la Policía Bonaerense, fueron
parados en Dolores, "donde se los quiso requisar y ante la negativa de
los ocupantes y algunas escaramuzas fueron obligados a regresar a Buenos
Aires", le confió a Télam una fuente de prensa de la Agencia de
Prevención de Violencia en el Deporte (APREVIDE).
Del otro lado, Rafael Di Zeo, quien pugna por recuperar el control de la
barra, se encuentra en Mar del Plata, aunque no podrá asistir al
partido, porque pesa sobre él el derecho de admisión.
El operativo de seguridad del superclásico cuenta con 1300 efectivos en
las inmediaciones del estadio José María Minella, además de controles en
las rutas de acceso.
La Policía Bonaerense, consciente del traslado de los violentos a "La Feliz", había organizado un operativo en la ruta 2, que involucró a 350 oficiales.
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