El defensor de Boca, Lisandro López, quien abrió el camino para el gran triunfo de su equipo, se mostró "feliz" por la victoria en Tucumán ante Atlético en el Estadio Monumental José Fierro y reconoció que lo "mata" estar sentado en el banco de suplentes viendo a sus compañeros.
"Estoy feliz por los tres puntos, eso no me lo saca nadie. Era una cancha difícil. Estoy contento por el gol y un poco triste por el que me hice en contra. Le pido disculpas a los bosteros y todos mis compañeros", manifestó López al finalizar el partido.
Por otra parte, dijo que está "agradecido con Seba (Battaglia) porque me puso y pude ayudar. Me falta ritmo futbolístico, yo me entreno para jugar. Estoy para cuando me necesiten".
En ese sentido, cerró sincero: " No voy a mentir, a mi me mata no jugar. Me mata sentarme en el banco y ver a mis compañeros pero bueno es lo que me toca hoy. Lo hago con mucho respeto y trabajo".
comentar