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El brasileño disputó sólo 36 encuentros con la camiseta de Boca, pero con un golazo ante el clásico rival quedó en la memoria del club. Repasá su historia azul y oro en esta nota
- Se hizo conocido en La Ribera por complicarle la vida a Boca en la Copa Libertadores.
- Aquella tarde de 2003, el xeneize se impuso 2-0 en el Monumental. El primer gol había sido de Sebastián Battaglia.
El hincha de Boca recuerda muy bien a Pedro Iarley Lima Dantas, o simplemente Iarley, a secas. Primero, porque hizo sufrir al pueblo boquense en la mismísima Bombonera, cuando jugaba en el Paysandú de Brasil y anotó el único gol en el encuentro de ida de una serie de octavos de final de la Copa Libertadores 2003.
Si bien Boca terminó dando vuelta la llave (ganó 4-2 de visitante, con tres tantos de Guillermo Barros Schelotto y uno del Chelo Delgado) y más tarde se consagró campeón, aquella actuación le abrió las puertas a Iarley para sumarse al equipo de Carlos Bianchi. Pero la gran perla del brasileño, que lo metió en el corazón de la gente, llegó en un Superclásico ante River, por la decimocuarta fecha del Apertura del mismo año.
Ese domingo, en el Monumental, Boca se impuso por 2 a 0. Sebastián Battaglia abrió el marcador con un cabezazo en el primer tiempo, mientras que, a poco de comenzada la segunda etapa, Iarley armó una maniobra que, sin dudas, estará entre las mejores obras de su carrera, en particular por la jerarquía y por la trascendencia del partido: fue a buscar la pelota por la izquierda, le ganó con el cuerpo a Rojas, encaró decididamente hacia el área y allí, tras amagar, enganchar y dejar en el camino a Ameli, sacó un zurdazo inapelable que venció a Costanzo.
Enfundado en la mítica camiseta 10 azul y oro, Iarley disfrutó a pleno de su golazo y de su tarde de gloria, y cuando dejó el campo a los 41 minutos del segundo tiempo, reemplazado por Franco Cángele, hasta escuchó un cantito muy particular. "Y ya lo ve, y ya lo ve, es el hermano de Pelé", corearon los eufóricos hinchas xeneizes en pleno carnaval.
Su trayectoria en Boca duró nada más que 36 partidos, en los cuales anotó 6 tantos. Fue campeón de ese Apertura y de la Copa Intercontinental. Después anduvo por México, volvió a su país y se retiró ya con 40 años en Ferroviario, el club brasileño donde había comenzado. Aquí estuvo poco, aunque dejó una huella, sobre todo por ese gol monumental que liquidó el clásico en noviembre de 2003.
LA FICHA DEL PARTIDO:
RIVER 0 BOCA 2 (9 de noviembre de 2003)
RIVER: Franco Costanzo; Ricardo Rojas, Horacio Ameli, Eduardo Tuzzio, Osmar Ferreyra, Eduardo Coudet (Luis González), Guillermo Pereyra, Javier Mascherano (Daniel Montenegro), Daniel Ludueña, Fernando Cavenaghi y Darío Husain (Maximiliano López). DT: Manuel Pellegrini.
BOCA: Roberto Abbondanzieri; Luis Perea, Rolando Schiavi, Nicolás Burdisso, Clemente Rodríguez, Matías Donnet, Sebastián Battaglia, Raúl Alfredo Cascini, Diego Cagna, Pedro Iarley (Franco Cángele) y Antonio Barijho (Roberto Colautti). DT: Carlos Bianchi.
GOLES: 37´ Sebastián Battaglia (B) y 52´ Iarley (B).
ARBITRO: Horacio Elizondo.
ESTADIO: River.
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