¿Qué los enamoró de Martino, en definitiva? Es muy difícil precisarlo. En la gran urgencia, después de la salida apresurada de Tito Vilanova, nadie podía imaginar que la plana mayor del Barcelona liderada por Sandro Rosell, posaría su mirada sobre un técnico argentino que trabajaba en Argentina y sin experiencia europea.
Sin embargo, ese foco lo eligió a Martino en un momento complejo para la vida deportiva e institucional del Barcelona, claramente debilitado después de la decisión de Pep Guardiola de abandonar hace poco más de un año el rol de conductor natural del mejor equipo del mundo, alumbrado por el genio de Messi, el mejor jugador del mundo. Seguramente sorprende aquí y en el Viejo Continente el salto cualitativo que emprendió Martino con su desembarco sorpresivo en Cataluña.
TIEMPO DE PREGUNTAS
Y se precipitan dos preguntas: ¿expresa Martino la vanguardia en el fútbol? ¿O será un técnico para navegar en las aguas siempre turbulentas de una transición?
Por afuera de las distintas especulaciones que surjan y se retroalimenten, lo que queda en la superficie es el tesoro que tendrá que administrar Martino en pocos días. Un tesoro al que se sumó el brasileño Neymar como segunda guitarra, detrás de Messi.
Porque en las marquesinas y en la cancha, el eslabón más calificado es Messi. Johan Cruyff, bandera gloriosa del barcelonismo enfrentado con la dirigencia, ya había anticipado su disgusto por el arribo de Neymar, deslizando que podrían existir vanidades enfrentadas. Ahora, con Martino confirmado, ¿qué dirá Cruyff, siempre tan proclive a disparar sin anestesia desde su conocimiento y autoritarismo?
UN ENORME DESAFÍO
La realidad no admite ficciones. Y la realidad indica que Martino tendrá por delante el enorme desafío de revitalizar a un equipo que perdió nivel y fútbol en los últimos meses. ¿Estará Martino a la altura de semejante compromiso? ¿Le llegó en el momento justo la posibilidad más extraordinaria de su carrera?. No se sabe. Y él tampoco lo debe saber. Tendrá que experimentar sobre la marcha. Y estar en las alturas sin una red debajo. El Camp Nou lo espera.