A River la jugada le salió muy bien: con el empate, 1-1, ante Emelec de este martes consiguió el pase a la segunda fase de la Copa Libertadores que se va a jugar en la segunda parte del año, cuidó a sus titulares para enfrentar a Boca y ahora sí puede dedicarle todas sus fuerzas a pelear hasta el final en el torneo local. En el cierre del partido contra los ecuatorianos, la gente mandó su mensaje y cantó el típico: “El domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”. Fue un empate que pudo ser victoria pero que resuelve mucho para este recorrido final del semestre.
El partido tuvo a los 10 minutos algo que hubiera sido poco más que un gol una anécdota. La primera llegada de River la generó Luciano Lollo con un pase largo y perfecto para Marcelo Larrondo, que bajó la pelota con el pecho y se fue directo al arco para definir con una furia que casi revienta la red. Se estaban los dos sacando la mufa y Gallardo estaba por festejar doble cuando el línea levantó la bandera y anuló todo. Ante de eso hubo una aparición de Emelec con Vildes que la tiró por arriba y un control de juego del Millo con mucha marca en el medio gracias a Domingo, Arzura y Rossi, pero sin lastimar.
Entre la imposibilidad del Millo de generar juego y la obstinada intención del vértigo y el pelotazo, el juego del 11 de Gallardo se puso aburrido y ordinario. Enfrente Emelec daba poco y nada, pocas variantes ofensivas, y sólo aproximaciones causadas por la falta de juego de Lollo. Con ese panorama el primer tiempo se fue consumiendo en el frío de la noche y en un 0-0 que parecía de un partido donde no se jugaba por mucho, cómo si Emelec ya estuviera afuera de la segunda fase y como si River ya hubiera asegurado el primer lugar.
En el segundo tiempo, River cambió el dibujo por la salida de Olivera y el ingreso Mina. Con la aparición del ecuatoriano en su primer juego del año, el Millo pasó a defender con Lollo casi de lateral izquierdo ayudado por Auzqui y con los tres volantes centrales presionado unos metros más adelante.
El partido no parecía cambiar mucho hasta que Emelec se encontró con el gol de manera casi fortuita en una pelota que Mártinez Quarta no pudo rechazar y le quedó entre las piernas mientras Batalla dudó y en lugar de tomarla tardó, en esos segundos Preciado casi que sin quererlo la empujó al gol.
Gallardo no dudó y movió a sus delanteros goleadores, Driussi y Alario. Pero unos segundos antes le hicieron penal a Auzqui y Mora lo agarró mientras Larrondo se lo pedía sin éxito. Fue gol y empate para que retumbe el uruguayo en el estadio. Faltaba un cuarto de hora más y el Millo tenía más argumentos para ganarlo que su rival, pero todo se fue diluyendo y con el correr de los minutos el empate le dio a River la clasificación y al Emelec una vida más para seguir con chances.