Empezó complicada la excursión para River. Es que apenas pasado el minuto de juego, Rodrigo Ramallo entró de la derecha al medio y sacó un remate cruzado que obligó a una gran atajada de Marcelo Barovero que desvió el balón al corner.
Claro que la respuesta millonaria no tardó en llegar y, también fue mediante la vía de un remate de afuera del área. Aprovechando que el local se paró con mucha gente en campo rival, River salió rápido del mediocampo y cuando Lucas Alario, la referencia de ataque, recibió en tres cuartos avanzó unos metros y sacó un remate que el arquero Daniel Vaca desvió con esfuerzo.
Muy pronto el Tigre boliviano generó otra una chance clara. Con el mismo Ramallo como encargado del último toque se dio una ataque que desembocó en el palo derecho de Barovero y que generó un par de rebotes de mucha angustia para el arco visitante.
Sin embargo en el minuto diecisiete entró en escena Rodrigo Mora y cambió el rumbo del resultado. Fue a partir de una pelota detenida a favor de River y de la que se hizo cargo Leonardo Ponzio. El mediocampista vio suelto a Rodrigo Mora en la puerta del área, lo asistió y el uruguayo hizo el resto. Media vuelta, mitad mágica, mitad acrobática, y clavó el derechazo junto alpalo más lejano de Vaca. Golazo.
Lo que siguió fue lo más complicado para River. Con menos oxígeno y energía, las distancias se le hicieron cada vez más cortas y no le quedó otra que replegarse cerca de su propia área para sostener, con sufrimiento y un Barovero en su mejor versión, los embates del local. El segundo tiempo de River fue muy bueno.