Cuando recién había comenzado el segundo tiempo, el Cilindro de Avellaneda quedó en penumbras por un corte en la iluminación. El partido estuvo parado 20 minutos y los simpatizantes locales aprovecharon la ocasión para cargar a sus vecinos.
Apenas había transcurrido un minuto y medio del cruce entre Racing y Lanús cuando el Cilindro de Avellaneda quedó a oscuras a raíz de una falla en la electricidad.
Lejos de preocuparse, los hinchas locales aprovecharon la interrupción para cargar una vez más a Independiente.
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