La de ayer fue una noche de regresos para River, ya que Luis González y Javier Saviola, dos de los refuerzos de River Plate en el mercado invernal, se dieron el gusto de volver a lucir la banda roja en su pecho. Antes de lo esperado y de lo planificado en un principio, el Muñeco Gallardo debió recurrir a ellos para intentar desde la clase y jerarquía de ambos procurar una mejora en el rendimiento de su equipo. Pero, por ahora, tanto uno como el otro quedaron en deuda, aunque a medida que vayan recuperando el ritmo de competición estarán en condiciones de reeditar viejos momentos.
Luego de pasar los últimos 14 años de su vida jugando en el exterior, Javier Saviola volvió a ponerse anoche la camiseta que mejor le queda. El Pibito regresó a River o lo que es lo mismo decir, a su primer amor futbolístico.
El Conejito que había disputado de manera oficial su último partido con el equipo riverplatense el 5 de junio del 2001 frente a Huracán en el Monumental, ingresó a los veintiún minutos del segundo tiempo en lugar de Sebastián Driussi. De inmediato, trató de acoplarse al juego ofensivo de sus compañeros pero no tuvo demasiado tiempo para aportar el desequilibrio esperado de acuerdo a sus características.
"Estoy contento por volver a jugar para River, pero algo triste por el resultado. Creo que debimos llevarnos algo más que un punto. Pero esta una cancha complicada", acotó Saviola a modo de primer balance tras su regreso.
Más adelante sin buscar excusas el delantero admitió que "después de tantos años, el fútbol argentino ha cambiado mucho. Está muy friccionado, muy defensivo pero debo adaptarme rápido".
Para terminar, Saviola agregó que "tuvimos oportunidades, nos faltó concretarlas, pero estos partidos son difíciles. Es importante seguir trabajando para mejorar".
Por su parte, Lucho González que entró también desde el banco de suplentes a los veinte minutos de juego en lugar de Leonardo Pisculichi (a causa de una lesión) había jugado por última vez para River el 3 de julio del 2005 frente a Huracán de Tres Arroyos, antes de viajar a Portugal.
"Satisfecho por haber jugado. Nos faltó más precisión para definir, especialmente a mi que desperdicié dos posibilidades claras. Una lástima, porque el equipo hizo méritos para ganar", se lamentó.