En España, el diario El País tituló "Boca-River, del fútbol a la guerra química" y señaló que "todo el mundo sabía que iba a pasar algo. El tercer Boca-River en dos semanas, el partido de vuelta de los octavos de la Copa Libertadores, el definitivo, no podía ser un partido normal. Pero nadie imaginó que llegaría tan lejos. El partido del año en Argentina se suspendió porque un tipo encapuchado logró introducir gas lacrimógeno en la manga que en teoría debía proteger la salida de River a uno de los campos más peligrosos del mundo".
Más adelante contó que "una parte minoritaria del público comentaba el papelón también internacional que estaba haciendo el fútbol argentino. Pero la mayoría del estadio parecía disfrutar más de la situación que de un partido normal que en ese momento iba 0-0 sin mucho brillo". Finalmente, el texto relató que "River salió del partido entre una lluvia de botellas. Boca salió entre aplausos y los jugadores, a su vez, aplaudían a la grada".
El Mundo, también de España, se refirió al ataque con gas pimienta que sufrieron los jugadores de River cuando se aprestaban a retornar al campo para disputar el segundo tiempo y analizó que "toda Argentina estaba pendiente del televisor para ver el partido de vuelta de octavos de final de la Copa Libertadores, un nuevo Boca-River, el mayor espectáculo del fin del mundo... Pero pocos esperaban que el partido acabara en un bochorno mayúsculo".
"¿Quién dijo que el surrealismo había muerto?", se preguntó El Mundo al repasar la serie de incidentes que se registraron en el estadio xeneize. Los deportivos Marca, As, Mundo Deportivo y Sport -todos españoles-, Corriere dello Sport, Tuttosport y Gazzetta dello Sport (Italia), y L´Equipe, de Francia, le dieron amplios espacios al tema.
Los italianos coincidieron en calificar al partido como "el clásico de la vergüenza", mientras que As recordó la leyenda de una bandera colgada en una de las tribunas
("si nos c... otra vez, de la Boca no se va nadie"), y concluyó en que "la promesa violenta que se juró desde esa bandera ganó el partido. El fútbol lo condena más que nunca".
La recorrida por los medios sudamericanos encontró similares repercusiones, tal cual lo resumen algunos títulos: "Un bochorno suspende el partido Boca-River por la Copa Libertadores" ( La Razón, Bolivia), "Noche vergonzosa" ( O´Globo, Brasil), "Vergüenza en La Boca" ( La Tercera, Chile), "Caos en el Superclásico" ( Récord, México), "En la Bombonera, lágrimas de impotencia" ( El País, Uruguay), "Vergüenza continental" ( Ultima Hora, Paraguay) y "La violencia puede más" ( ABC Color, Paraguay).
El uruguayo El País comentó que "cuando parecía no quedar margen para innovar en el repugnante oficio de la violencia en el fútbol, que tristemente desarrolla una minoría dominante de radicales, parciales de Boca arruinaron la fiesta en el clásico con River, que resolvía la clasificación a cuartos de final de la Copa Libertadores. Cuando los jugadores millonarios ingresaban a jugar el segundo tiempo, de un partido que estaba 0-0, parciales rompieron la
manga y lanzaron gas pimienta en el acceso a la cancha, provocaron lesiones en los jugadores visitantes e impidieron que continuara el encuentro".