"Como no había dinero, un dirigente de Argentinos de Quilmes que estaba vinculado a la línea, nos compró y pagó con un colectivo", contó el técnico en una entrevista que le dio al sitio Día a Día.
El Ruso conoce bien la zona sur del conurbano bonaerense. Cuatro de los 15 clubes que dirigió en su carrera quedan del lado sur del Puente Pueyrredón: San Telmo, Defensa y Justicia, El Porvenir y Temperley. De hecho, tuvo un negocio en Lanús. Por las tardes, estaba al otro lado de una barra, como encargado de un bar que compró con los primeros ahorros que hizo con el fútbol.
Zielinski es un trabajador del fútbol. Antes del histórico ascenso con Belgrano en la cancha de River, había subido a Primera en 2009, al mando de Chacarita. Duró pocos partidos. Después, transitó por las categorías subterráneas del fútbol argentino: condujo a Atlanta, San Telmo, Deportivo Morón, San Martín de San Juan, Defensa y Justicia, All Boys, Juventud Antoniana de Salta, El Porvenir, Temperley, Ben Hur de Rafaela, Chacarita Juniors, Patronato de Paraná y Belgrano. Racing será su primera vez en un equipo de frac.
Seguidor de Carlos Bianchi porque es "un técnico ganador, un tipo simple que sabe llegar", se caracteriza por la firmeza defensiva de sus equipos. Y por su simpleza, tanto para transmitir conceptos como para vivir su vida. Mientras trabajaba en Córdoba, viajaba a Buenos Aires seguido para ver a su familia. Venía en auto con el Bicho Flotta, su ayudante de campo. En esos viajes, a veces sonaba Deep Purple, su banda preferida; otras veces un poco de rock nacional: los discos de Serrat y Sabina también se colaban en el estéreo.
Racing será el segundo gran desafío de su carrera. El primero lo superó con creces, el 26 de junio del 2011. Desde esa tarde, Zielinski dejó de ser un apellido más en el pelotón de trabajadores del fútbol. Aquella tarde, Zielinski empezó a construir un camino que hoy llega a su parada más alta.