Bomberos de distintos cuarteles de la Ciudad y del Gran Buenos Aires continuaban trabajando hoy para extinguir el fuego que persiste bajo los escombros de la estructura que ayer se derrumbó, debido al incendio del depósito de la empresa Iron Mountain, donde murieron nueve personas y otras siete resultaron heridas.
En el barrio de Barracas, en la manzana delimitada por las calles Quinquela Martin, Azara, Jovellanos y Palacios, donde se encuentra el depósito incendiado, el ir y venir de patrulleros, dotaciones de bomberos y móviles de tránsito es incesante y dan cuenta de la cooperación entre diferentes fuerzas de seguridad y bomberos voluntarios para sofocar el fuego.
La Boca, Regimiento de Patricios, Dock Sud, San Francisco Solano y Almirante Brown son sólo algunos de los destacamentos de bomberos voluntarios que se acercaron para ponerse a disposición del operativo.
Si bien el fuego está "circunscripto" y por tanto controlado, los especialistas que trabajaban en el lugar explicaron que debajo de los escombros persisten "ollas de fuego" que sólo se podrán extinguir por completo cuando se remuevan los hierros y la mampostería que actúan a modo de "escudo" contra el agua.
Hasta tanto no se retiren los escombros, lo que depende de una medida judicial, los bomberos se encuentran abocados a atacar el fuego desde diferentes ángulos por lo que las dotaciones van y vienen por Quinquela Martín y Jovellanos.
Por momentos el humo se disipa pero hay otros -según explican bomberos- "en los que la llama da en algún lugar indicado y por eso la humareda y el olor intenso regresan", aunque nunca en la dimensión de ayer.
Más allá del origen del fuego y de los hechos que está investigando la Justicia, distintas fuentes que trabajaban en el depósito explicaron que "el fuego recalentó las vigas de hierro que se curvaron y esa curvatura hizo una especie de panza que presionó hacia afuera la pared ubicada sobre la calle Jovellanos", que al caer provocó las víctimas fatales.
"Yo me encontraba justo en la esquina, de la vereda de enfrente y no lo podíamos creer, al rato se empezó a ver que se agrietaba la pared sobre la calle Quinquela, justo llega una ambulancia que estaciona allí y le advierten que se corra, ni bien arranca se derrumba la otra pared", describió José, todavía impresionado.
Lidia, quien vive sobre Quinquela Martín enfrente del depósito, contó que "la explosión fue tremenda, al rato nos dijeron que evacuáramos pero a la noche nos dejaron regresar, el tema es que todavía estamos sin luz".
Pero Lidia no es la única sin luz, el servicio eléctrico permanece cortado en la manzana delimitada por Rocha, Azara, Quinquela Martín y Jovellanos, y también en la manzana de Azara, Regimientos de Patricios, Quinquela Martín y Palacios.
La circulación de personas en las cuadras de Quinquela Martín y Azara se encuentra restringida sólo a los que intervienen en el operativo, en tanto los automóviles ya no pueden acceder desde la Avenida Regimiento de Patricios y Rocha, para facilitar la circulación de los vehículos especializados.
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