Las auroras son un efecto de luminiscencia que se forma en cielos nocturnos, generalmente en zonas polares aunque, en ciertos casos, pueden generarse en otras partes del mundo de forma esporádica.
Por más de que se suelen formar en los polos, tanto en el hemisferio norte como en el sur, tienen diversos nombres para poder identificarlas según su ubicación.
Las auroras boreales son las que se pueden contemplar en el hemisferio norte y reciben esta denominación dado que "boreal" significa "del norte".
En cuanto a las auroras australes, las que se pueden ver en Argentina, Australia y Nueva Zelanda, por más que tengan los mismos colores que las boreales, reciben su nombre porque austral significa "del hemisferio sur".
Sucede cuando las partículas cargadas por el sol chocan contra la atmósfera de la Tierra y los campos magnéticos las mueven hacia los polos. Durante el fenómeno, las luces de las auroras se mueven y cambian de forma.
El color puede variar en cada momento, ya que depende de la especie de átomos y el nivel de energía que alcancen.
Para especialistas, este país es el indicado para vivir experiencias que tengan que ver con efectos lumínicos. El 2015 fue declarado como "el año de la luz" ya que fue uno de los mejores para ver la aurora australis en el sur del país. La temporada va de marzo a septiembre.
A 240 km de la capital, Tasmania es uno de los mejores lugares del país para ver auroras ya que está muy cerca del Círculo Polar Antártico. Es uno de los únicos lugares a donde se puede ver en cualquier momento del año.
Si bien no es fácil poder contemplar estos fenómenos en Argentina, algunas personas registraron este fenómeno en Ushuaia, Tierra del Fuego. También se pudieron contemplar en la Antártida, más precisamente en la Base Belgrano II.