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La abandonada confitería porteña ubicaba en el cruce de las avenidas Callao y Rivadavia tendrá nuevamente su salón de comidas y se le agregarán un museo y un centro cultural. El proyecto fue aprobado por unanimidad
La antigua Confitería El Molino ubicada en la intersección de las avenidas Callao y Rivadavia ,y que cerró sus puertas en 1997, fue expropiada tras la aprobación de un proyecto enviado al Congreso Nacional.
La Cámara de Diputados aceptó por unanimidad la iniciativa presentada hace pocos meses por su presidente Julián Domínguez.
El proyecto declaró la utilidad pública sujeta a expropiación de la confitería, "por su valor histórico y cultural". El Molino, que fue punto de encuentro de los legisladores de todos los espacios, lleva cerrado 17 años, situación que derivó en el deterioro de su edificio y la pérdida de algunas de las majestuosas esculturas que estaban en la terraza.
El subsuelo y la planta baja del edificio deberán ser concesionados para su utilización como confitería, restaurante, local de elaboración de productos de panadería, pastelería o cualquier otro uso afín a dichas actividades.
El resto del edificio deberá consagrarse a un museo dedicado a la historia de la "Confitería El Molino" y el rol que esta tuvo en el crecimiento y consolidación de la democracia argentina.
La Confitería del Molino fue fundada el 9 de julio de 1916 en coincidencia con el centenario de la patria y durante décadas se constituyó en el espacio de encuentro favorito de los legisladores nacionales, hasta que cerró sus puertas en 1997.
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