Para Juan Tarquino, estos últimos cinco meses no pasaron inadvertidos. Fueron días enteros de angustia, de peregrinar por los barrios, por los medios de comunicación, por las redes, en busca de su tan amada perra Piaf que se le había escapado de sus manos cuando quiso correr a otro can después de un paseo.
Su lucha se transformó en la lucha de miles de personas; ya que traspasó toda clase de fronteras. Sorteó obstáculos, indiferencias y kilómetros. Fue tan inquebrantable que gente de diversos países se unió en pos de un único objetivo: encontrarla.
Hasta que tanta energía, tanta lucha, tanto esfuerzo vio por fin el fruto más preciado: Piaf apareció.
"El sábado había ido a Pompeya a pegar carteles y se nos quedó el auto en un lugar. El domingo un hombre de seguridad vio la foto y me llamó. Le pedí que me mandara una imagen, pero me dijo que no tenía un teléfono acorde para hacerlo. Fui, pero sin esperanzas porque ya había recibido cientos de mensajes iguales. Cuando la ví y era ella no lo podía creer. Estaba enfrente al lugar en donde se nos había roto el coche", contó Juan.
Al parecer, la perra estaba por esa zona desde enero. Se desconoce cómo llegó y dónde estuvo. Lo único que se sabe es que está mucho más flaca y renga de su pata derecha. "En mis 35 años nunca tuve una alegría tan grande", aseveró.
"Mi trabajo era encontrar a Piaf y nunca bajé los brazos. Yo sabía que lo iba a lograr", afirmó aunque reconoció que en los últimos días tenía momentos de depresión, de caminar sólo por la calle ya que el tan ansiado instante del reencuentro parecía muy lejano.
Hoy, con Piaf durmiendo en su cama y con Marcel (el perro que había rescatado de la calle cuando buscaba a su "amada negra"), su futuro es una incertidumbre. Aún desconoce si se va a volver a su Colombia natal o si se queda en Buenos Aires.
Por lo pronto, va hacer un programa de radio sobre cuidado animal y aguarda tener un trabajo remunerado que le permita vivir con sus mascotas, ya que desde hace cinco meses sus esfuerzos y su tiempo estuvieron enfocados en hallarla.
Además, prometió que los 7 de cada mes va a salir con todos aquellos que lo quieran acompañar a caminar por las noches y ayudar a los perros que vea en la calle, ya sea dándoles de comer o curándolos. Y el 18 de abril va hacer un encuentro en Parque Rivadavia para agradecerle a la gente por toda la colaboración recibida y hacer una colecta para ayudar a más animales.
"Si algo me enseñaron estos meses de búsqueda es que todavía hay gente que no sufre de indiferencia. Yo creo en los milagros, pero sé que hay que ayudar para que sucedan. Desde que apareció Piaf hasta ahora, estoy digiriendo todo. Por lo pronto, me basta verla a ella y a Marcel dormir en mi cama. Ya con eso soy feliz", concluyó.
comentar