Las polémicas imágenes
difundidas hace un mes y medio por Diario Popular, pero que se viralizaron hace pocas horas, muestran al
"gendarme carancho" arrojándose sobre un auto de un manifestante.
"No fingió, se le cruzó y lo paró", justificó el funcionario.
"Durante 40 minutos los autos estuvieron cortando la Panamericana de una manera especial, iban todos juntos a 5 kilómetros por hora, incluyendo el carril rápido", detalló.
"La Gendarmería intentó detenerlos porque estaba poniendo en riesgo de vida a todos los que circulan por la Panamericana", explicó el secretario de seguridad.
Con ese contexto, el oficial
"técnicamente lo que hizo fue cumplir con su deber", aunque de inmediato confirmó que no se trató de un accidente de tránsito.
"Fue una estrategia para detener el auto", sentenció.
El conductor "no está procesado por el accidente, sino por haber desobedecido todas las ordenes de la Gendarmería", aclaró Berni en diálogo con
Radio Vorterix.
Las palabras de Berni coinciden con lo expresado en un comunicado por el Ministerio de Seguridad de la Nación, que detalla: "La iniciativa del comandante
Juan Alberto López Torales fue consecuencia de la negativa a acatar la orden impartida por la fuerza de seguridad federal dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación, ante el riesgo de generación de un accidente contra otro vehículo o contra el conjunto de gendarmes apostados en la autopista".
Organizaciones de izquierda denunciaron que en aquel operativo hubo un infiltrado que indicaba a la Gendarmería a qué manifestantes detener.
Página/12 reveló días atrás la identidad del sujeto. Se trata del coronel (R) del arma de Caballería Roberto Angel Galeano, un comando de 55 años que estuvo en las Malvinas con Mohamed Ali Seineldín, fue jefe de Inteligencia del Cuerpo de Ejército de Córdoba, y de Contrainteligencia en la Dirección de Inteligencia del Estado Mayor General del Ejército