El informe aclara que el profesor jubilado recibió la atención médica necesaria y que murió debido a sus graves lesiones; también reconoce la auditoría que no existe conocimiento suficiente sobre los procedimientos para atender a extranjeros.
“Se produjeron actos administrativos contrarios a la normativa y acuerdos bilaterales vigentes, tales como cobros y constancias de pago por algunas prestaciones recibidas”, asegura el informe.
A su vez, señala que estas fallas administrativas “no generaron ni fueron la causa del fallecimiento” del ciudadano argentino.
El informe da cuenta que “pese a que se constató que se efectuaron medidas orientadas al resguardo de la vida del paciente (transfusión de paquete globular), ante la gravedad de las lesiones, la hemorragia severa, el compromiso generalizado y el mal estado, se produjo su lamentable deceso”.
De acuerdo con las autoridades de Bolivia, el docente salteño falleció en un accidente de tránsito en la provincia de Chapare y fue inmediatamente auxiliado a un centro de salud.
Los médicos del centro hospitalario intentaron estabilizar al paciente por más de una hora, pero por la gravedad de sus heridas no sobrevivió para el traslado a un hospital especializado.
El diagnóstico inicial señala que Benítez presentaba “traumatismo encéfalo craneano grave, con pérdida de conciencia, mal estado general, hipotenso, diaforético, saturación de oxígeno del 88%, Glasgow (escala de coma 7/15), fracturas expuestas y fractura de base de cráneo”.
El episodio se produjo luego de que el Gobierno de Salta presentara un pedido ante la Cancillería para que se realicen las gestiones necesarias ante el Estado Plurinacional de Bolivia a fin de que informe sobre las circunstancias que envolvieron el fallecimiento del docente argentino.