Minutos más tarde, después de los incidentes, la línea, que en el primer caso se había interrumpido por una persona descompuesta, volvió a quedar paralizada por el intento de suicidio de una mujer, ocurrido en la misma estación.
Según informó Metrovías, el servicio estuvo interrumpido a partir de las 9:10 porque un pasajero se descompuso en la estación Callao, por lo que se paralizó el recorrido, en función de los protocoles existentes. Fue entonces cuando un grupo de pasajeros rompió vidrios y causó destrozos en la estación Malabia.
No obstante, el servicio se reanudó cerca de 9:30, pero quedó interrumpido porque murió una mujer arrollada por una formación, cuando aparentemente se arrojó en las vías con el fin de quitarse la vida alrededor de las 11:00.
Este jueves, la paralización del servicio por un desperfecto mecánico provocó también la furia de pasajeros que causaron destrozos en la boletería de la estación Medrano.
Además, pasajeros que tuvieron que evacuar un tren entre dos estaciones sufrieron ataques de pánico y síntomas de asfixia, por lo que tuvieron que ser asistidos por personal del servicio de emergencia metropolitano (SAME).
Lucia Ginzo, vocera de Metrovías, indicó que en el caso de la primera interrupción, "cuando hay un pasajero descompuesto y no se baja de la formación por sus propios medios, hay que interrumpir el servicio hasta la llegada del SAME" al lugr. Ginzo aseguró que fueron de "menos intensidad" los incidentes ocurridos durante la mañana de este jueves, con los que se produjeron 24 horas antes.
"Entendemos el enojo de los pasajeros, especialmente después de los problemas por medidas gremiales que tuvimos en la Línea B, pero repudiamos cualquier tipo de agresión contra los empleados y las instalaciones", advirtió la vocera de todos modos. Gionzo sostuvo que a partir de los incidentes ocurridos, Metrovías intenta "reforzar la seguridad" de los pasajeros y el personal.
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