Un problema de raíz social que se viene manifestando en los últimos tiempos es el acoso de los niños en las escuelas o clubes por parte de sus compañeros de clase o de actividades recreativas sin motivos aparentes.
Esta manifestación de violencia es algo que cada vez se hace más frecuente entre los niños y adolescentes, y que cobra más víctimas por el fenómeno proliferado a través de las redes sociales y que se expande a través de los medios de comunicación.
Estas conductas, donde un menor agrede a otro y ese comportamiento se vuelve una constante a lo largo del tiempo, sumado a la discriminación, el acoso y los insultos, en los países de habla inglesa se denomina bullying, que quiere decir intimidación.
Ultimamente, en la Argentina, las agresiones ísicas y psicológicas que sufren algunos menores se tornan graves cuando los hechos derivan en suicidios u homicidios en masa, como ha pasado alguna vez en los colegios de Alemania, Canadá o Estados Unidos, los países más vulnerables con la violencia y maltrato escolar. Pero nadie se olvida del múltiple asesinato ocurrido en Carmen de Patagones hace pocos años.
El término bullying comprende todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas, que ocurren sin motivación evidente, adoptadas por uno o más estudiantes contra uno o varios. Quien ejerce el bullying, lo hace con el afán de imponer su poder sobre el otro, haciéndolo sentir inferior o remarcándole constantemente sus defectos, a través de constantes amenazas, insultos, agresiones o vejaciones, y así tenerlo bajo su completo dominio durante un tiempo prolongado hasta que, en algunos casos, la víctima reacciona.
En otros casos, el damni cado sufre en silencio, en otros, puede desatar una furia no antes vista y sorprendente para propios y extraños y que puede tener el peor nal. El maltrato intimidatorio le hace sentir dolor, angustia y miedo, hasta tal punto que, en algunos casos, puede llevarle a consecuencias devastadoras como el suicidio.
Según el psicólogo Dan Olweus, “un estudiante se convierte en víctima de acoso escolar cuando está expuesto, de forma reiterada y a lo largo del tiempo, a acciones negativas llevadas a cabo por otro u otros estudiantes”. Además en su concepto explica que existe un desequilibrio de poder entre el acosador y la víctima, lo cual puede ser real o sólo percibido por la víctima.
En el mundo, varios han sido los casos resonantes de bullying o acoso escolar: recientemente, en Australia, un niño de 16 años, Casey Heynes, cansado que su compañero de escuela se burle de él en las redes sociales y en el colegio, le propinó una seria golpiza a su acosador, lo cual fue lmado por jóvenes del colegio y subido a You Tube.
En Estados Unidos, James Rodemeyer, de 14 años, se suicidó cansado de que sus compañeros de clase se burlaran en todos lados por su condición de homosexual. Antes de matarse dejó un mensaje en su per l de Facebook, y se declaró admirador de la cantante Lady Gaga, la cual repudió el hecho vía Twitter.
En 2008, una joven ecuatoriana fue goleada por un joven en una estación de subtes de Madrid, cuando el hombre advirtió la voz de la señorita hablando por teléfono con una amiga, y al escuchar su acento le propinó un golpe en el rostro y le decía: “Vete de aquí inmigrante ilegal”, entre otros términos irreproducibles.
Otros ejemplos son los de las chicas bellas que son acosadas por celos por sus compañeras o conocidas, con la excusa de “hacerse la linda” y “llamar la atención de los chicos de la escuela”. Muchas terminaron con la cara des gurada, o con los brazos cortados o las ropas rasgadas, porque las agresoras no soportan ser menos lindas que ellas.
Una de las películas más recordadas de la historia del cine es el lm de Brian De Palma, Carrie, de 1976, protagonizado por Sissy Spaceck y John Travolta que narra la historia de una joven, cansada de ser objeto de burlas y acoso en el colegio, decidió un día terminar con la vida de todos sus compañeros utilizando sus poderes mentales en pleno baile de graduación.
A los golpes
El bullying físico es la agresión directa con patadas, empujones, golpes con objetos. También puede ser indirecto cuando se producen daños materiales en los objetos personales de la víctima o robos.
SE MANIFIESTA DE MUCHAS MANERAS
Psicológico: se realiza mediante amenazas para provocar miedo, para lograr algún objeto o dinero, o simplemente para obligar a la víctima a hacer cosas que no quiere ni debe hacer.
Social: consiste en la exclusión y en el aislamiento progresivo de la víctima. En la práctica, los acosadores impiden a la víctima participar, bien ignorando su presencia y no contando con él/ella en las actividades normales entre amigos o compañeros de clase.
Virtual: cuando el acosador intimida a su víctima a través de mails o redes sociales y exponiéndolo al ridículo frente a sus pares.
Racial: cuando el acosador decide burlarse o discriminar a su víctima por su condición racial, religiosa o ideología política.
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