Especialistas confirman un aumento de casos y un comienzo de problemas de alimentación desde edades muy tempranas. “Hay una fuerte presión sobre la imagen del varón, que tiene que ser delgado y cuidarse”, señalan.
Detrás de un adolescente con anorexia hay una depresión encubierta, sostienen los especialistas tras caracterizar que en los últimos tiempos hubo un aumento significativo de varones con trastornos de alimentación, una problemática que aparece en edades cada vez más tempranas. Este fenómeno se suma al incremento que también se observa de esta problemática en las chicas, en las que su manifestación tiene un alcance mayor. “La mayoría de los varones que tienen anorexia sufren una depresión encubierta”, aseguró la psicóloga Diana Guelar, que dirige un centro de atención especializado para jóvenes y adolescentes en el que “atendemos alrededor de 300 pacientes entre chicos y chicas con estos trastornos de alimentación”. La psicóloga destacó que la depresión en los chicos no es algo nuevo, lo nuevo es que se transita a través de la comida, entonces “se toma a la comida como un elemento de control, que significa que como no puedo controlar el resto, entonces controlo lo que como y lo que no como, o lo que me descontrolo con la comida o con la bebida`”. Guelar resaltó que los chicos, “desde edades muy tempranas, están metidos en un mundo en el cual hay una fuerte presión sobre la imagen del varón, que tiene que ser delgado y cuidarse”, y enfatizó que “esto también es nuevo”. Asimismo remarcó la presiones culturales sobre los chicos al plantear que “el tema de la imagen corporal empieza desde muy chicos y el varón también se queja de que no le gusta su cuerpo, que está gordo, es decir que se instaló desde temprano una obsesión por el cuerpo y, por ende, por la comida”. En este marco destacó que la depresión en los varones puede llevar a “comer en exceso”, como la otra expresión de la misma problemática, que se manifiesta en que 3 de cada 10 chicos sufre de sobrepeso u obesidad, según estudios de la Asociación Argentina de Nutricionistas. “El sobrepeso aumentó mucho en mujeres y varones chicos”, dijo Guelar tras interpretar que ese modelo de “delgado y lindo, se rompe justamente por el alto nivel de ansiedad por no poder alcanzarlo, y entonces se produce el descontrol”. A pesar de que “no existen estadísticas oficiales” sobre la incidencia de anorexia y bulimia en la población adolescente, las investigaciones privadas dan cuenta de que el 9% de adolescentes varones padece trastornos de alimentación. Este dato surge del último relevamiento realizado este año por la Asociación de Lucha contra la Bulimia y Anorexia (Aluba) sobre 100.000 casos, en el que se revela también un crecimiento del 350% de estas patologías en varones, ya que pasó del 2% en 2000 del total de los encuestados, a un 9% este año. A su vez, el estudio señala que estas “patologías tienen mayor incidencia en la adolescencia aunque la edad de comienzo es cada vez más temprana”. La especialista afirmó que “los trastornos de alimentación en general empiezan a una edad más temprana, yo tengo pacientes de 10, 12 años”. Señaló que “hay muchas consultas de padres de chicos y chicas de 10, 12 años porque ven a los chicos que se preocupan por la imagen corporal aunque no haya un trastorno de la alimentación”. En este sentido, precisó que “hay que tener cuidado en no generalizar a priori los trastornos de alimentación si no hay signos, sino advertir que en principio puede haber una conducta que responde a parámetros sociales, y hacer un seguimiento, estar atentos a que coman bien”.
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