Antonio Seguí, uno de las más importantes representantes de las artes plásticas argentinas, murió este sábado en la Ciudad de Buenos Aires a los 88 años.
El artista nacido el 11 de enero de 1934 en Villa Allende, provincia de Córdoba se destacó no sólo como pintor sino también como ilustrador y escultor. Sus obras se caracterizaron por un expresionismo atravesado por el humor y el absurdo.
A los 19 años viajó a Europa y estudió Bellas Artes en París, y tras residir tres años en Buenos Aires, en 1964 se radicó definitivamente en Francia, donde fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras por el gobierno galo, y era miembro de la Academia Europea de Ciencias, Artes y Letras.
En 1984, Seguí representó a la Argentina en la Bienal de Venecia, y cinco años después obtuvo el Premio Di Tella a las Artes Visuales. En 1990 fue el primer artista vivo en exponer en el Museo Nacional de Bellas Artes.
A lo largo de su carrera recibió unos 40 premios internacionales y sus obras forman parte de al menos 90 colecciones públicas del mundo, incluidos el MOMA de Nueva York o el Centre Pompidou de París.
En 2019, su óleo "Caja con señores" (de 2.5 metros por 3 metros) de 1963, fue adquirido en 224 mil dólares, convirtiéndose en la pieza más cara subastada en la Argentina. Además pasó a ocupar el 12do puesto entre las obras más caras de un artista argentino adquirida en un remate en la historia.
"Caja con señores" fue expuesto por primera vez en Alemania en 1969, como parte de la muestra realizada del 22 de agosto y el 28 de septiembre de ese año en la galería Kunsthalle Darmstadt.
Seguí se encontraba en Argentina de visita, había pasado por su provincia natal, en donde tenía previsto realizar en los próximos meses una muestra retrospectiva en el Centro de Arte Contemporáneo del Chateau Carreras, que él mismo impulsó.
Fanático de Belgrano, Seguí había sido nombrado socio honorario el año pasado y homenajeado por el club pirata con una camiseta con su nombre. Este sábado, la institución celeste lo despidió en sus redes sociales.
En diferentes puntos de Córdoba se pueden ver sus esculturas gigantes conocidas como "El hombre urbano" y "Los niños urbanos" y "El gaucho urbano", auténticas referencias para quienes circulan por la provincia.