La empresaria periodística Ernestina Herrera de Noble, una de las principales propietarias del Grupo Clarín, la que lo convirtió en el mayor multimedio del país, murió este miércoles a los 92 años en una clínica porteña donde se encontraba internada.
La viuda de Roberto Noble dirigió el diario Clarín durante 48 años y se convirtió en una de las mujeres con más fortuna de la Argentina.
La "Piti", como la conocían sus amigas de la infancia, había nacido el 7 de junio de 1925 en la ciudad de Buenos Aires, y a comienzos de la década del 50, siendo bailarina de flamenco, conoció a Roberto Noble, entonces del diario Clarín.
Así lo recordó alguna vez: “Fue en 1946. Yo iba en un barco (por el Paraná) con un grupo de amigos y de pronto pasa el Tenondé, el primer barco que tuvo mi marido. Alguien de mis amigos lo saludó y entonces Noble nos invitó a pasar al barco de él. Allí surgió una simpatía que se acrecentó con el tiempo, aunque no nos veíamos frecuentemente. Me impresionó de él su talento, no su belleza. Un hombre se transforma en hermoso cuando tiene algo importante que decir. Y mi esposo lo tenía”.
En 1967, contrajo matrimonio con el empresario periodístico, quien murió un año y medio más tarde y a partir de allí ocupó la dirección del diario, respaldada por el economista y político desarrolista Rogelio Frigerio, del MID (Movimiento de Integración y Desarrollo), con el que rompería recién a comienzos de 1982.
“El diario está abierto a todas las expresiones y corrientes del pensamiento nacional, es amigo de todos y no tiene amigos privilegiados. Clarín nació para propulsar un país distinto, grande y libre”, decía en aquel momento.
Ernestina siempre apareció en momentos clave de la historia para decir lo suyo a través de editoriales publicados en el diario. Cuando ganó Cámpora las elecciones de 1973, ella dio a conocer la primera gran definición del medio que dirigía. Fue el 17 de abril y escribió: “Clarín es un órgano periodístico independiente, objetivo e imparcial, y no sujeto a condicionamientos con nada ni con nadie. Ratifica para ello su compromiso indeclinable con los intereses de la Nación”.
Hacia 1980 Clarín se convirtió en el diario de habla hispana de mayor distribución en todo el mundo, en tanto que a partir de la década del 80 comenzó a adquirir otros medios.
Durante la década de 1990 se consolidó el multimedios y en 1999 se conformó Grupo Clarín SA, el mayor conglomerado de medios de comunicación en la Argentina, del que Ernestina Herrera de Noble fue una de las principales accionarias. El Grupo pasaba a tener participación en radio, en televisión abierta y por cable, en la industria gráfica, en internet y en el amplio mundo de las telecomunicaciones.
A comienzos de esa década también utilizó la masividad del diario para responder a las críticas. La acusaban de prácticas monopólicas tras la incorporación de Canal 13: “Las acusaciones de monopolio aparecen siempre que hay competencia empresaria, como ahora con los canales de televisión. ¿Cómo puede hablarse de monopolio en una ciudad que tiene once diarios, veinticuatro radios de AM y FM, cinco canales de televisión, dos de video cable, tres agencias de noticias, una oficial y dos privadas, y más de cien títulos de revistas? Quienes hablan de monopolio desconocen la tendencia mundial que va hacia una integración de medios, una tendencia establecida en todas las democracias occidentales. A nadie se le ocurre hablar de monopolios en esos países porque un diario tenga un canal de televisión”.
A partir de 2008, el Grupo Clarín, ya liderado por el CEO Héctor Magnetto, mantuvo una fuerte disputa con el gobierno de la ex presidenta Cristina Kirchner. Magnetto fue precisamente su principal aliado y alguna vez, al recordar su ingreso a la empresa, lo definió así: “En Héctor encontré no sólo un gerente de lealtad incondicional, el brazo operativo de mi dirección, sino un emprendedor con todas las letras, alguien que también se enamoró de Clarín y que siempre pensó por sí mismo en generar nuevas formas e iniciativas para hacer grande y fuerte a la empresa”.
La empresaria presidió la Fundación Noble, fue autora de los libros “Compromiso con el país” (1980) y “La Argentina necesaria” (1989) e integró el Instituto de Prensa Internacional y la Asociación Mundial de Periódicos, entre otras instituciones. Asimismo, fue miembro del Consejo del Museo Internacional de Televisión y Radio, con sede en Nueva York.
Por su trayectoria recibió galardones de los gobiernos de Francia, Italia, España, Alemania, Brasil, Chile y Perú. En 1995, en tanto, fue la primera editora distinguida con el “Premio al Logro Editorial”, otorgado por la Asociación Mundial de Periódicos (WAN). Su muerte no podría pasar desapercibida.