Joanna Birriel era oriunda de Oberá, provincia de Misiones, y en 2011 se había mudado a Guatemala, ya que, además de ser modelo, se dedicaba a proyectos ambientales.
A sus 24 años, Joanna murió asesinada este lunes en la prisión guatemalteca de máxima seguridad Granja Penal Pavón: estaba allí, reunida con el ex capitán del ejército de ese país Byron Lima cuando se desató una tremenda disputa entre bandas.
Según informó el gobierno guatemalteco, el enfrentamiento se desencadenó a raíz del grupo del narcotraficante Marvín Montiel Marín, alias "El Taquero", quien estaba recluido por el asesinato el 26 de abril de 1998 del obispo católico Juan Gerardi Conedera, un luchador por los derechos humanos. La disputa arrancó con el lanzamiento de una granada en contra de Lima, como parte de la disputa por el control de la cárcel, según consignaron y el portal
Birriel fue identificada por los documentos que llevaba.
En el mundo del modelaje, una colega suya, recordó que Birriel llegó junto con su novio, también argentino, en 2011. Entonces él se dedicó al baile en un boliche y ella trabajó en modelaje, especialmente de productos en venta por catálogos.
Ella y su pareja se separaron y Birriel volvió a Argentina. Este 2016, sus compañeras de modelaje, establecidas en Guatemala, supieron nuevamente de ella, cuando volvió al país centroamericano. En abril contactó a una antigua colega y le pidió recuperar los contactos para las empresas a las cuales había prestado sus servicios en el pasado. "Me dijo que cualquier cosa que supiera de trabajo, que por favor le avisara," contó una de sus compañeras modelo.
Lima, conocido como "el rey de las cárceles", junto a otras 12 personas, entre ellas, Joanna.
Montiel Marín, a quien las primeras hipótesis le asignan la responsabilidad del ataque, cumple una pena de 820 años de prisión por la matanza de 16 turistas, 15 de origen nicaragüense y un holandés.
La agresión se produjo cuando al menos 125 personas, entre ellas niños y mujeres embarazadas, se encontraban en el interior de la cárcel visitando a sus familiares, las que fueron evacuadas en un operativo en el que participaron mil agentes, entre policías, guardias y militares.
Lima era uno de los presos más poderosos del país. Había participado del asesinato del obispo Gerardi junto a su padre, el coronel retirado del Ejército Byron Lima Estrada, y el sacerdote Mario Orantes, quienes ya recuperaron su libertad. En ese crimen también estuvo implicado el especialista Obdulio Villanueva, quien fue asesinado en 2003 durante un motín en la cárcel.
Gerardi fue asesinado el 26 de abril de 1998, dos días después de presentar el informe interdiocesano "Recuperación de la Memoria Histórica (Rehmi). Guatemala: Nunca Más", en el que se documentan más de 54.000 violaciones de los derechos humanos durante el conflicto armado interno (1960-1996), el 90 por ciento atribuidas al Ejército de Guatemala.
El capitán, desde su ingreso en prisión en 2001, fue tejiendo una red a nivel militar, político y económico, tanto que la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) lo acusó en 2014 de cobrar 100.000 dólares por manipular los traslados de detenidos, un caso que provocó la detención de varias personas, entre ellas del director de cárceles en ese momento, Edgar Camargo.
También se le atribuye la confección de camisetas, con mano de obra de reclusos, para el Partido Patriota, del ex presidente Otto Pérez Molina.