La representación en Bolivia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) constató que la expresidenta de facto Jeanine Áñez se autolesionó y permanecía recluida en una cárcel de La Paz, debilitada y con problemas emocionales.
"ONU Bolivia tuvo acceso inmediato e irrestricto al centro (penitenciario), pudiendo entrevistar a la Sra. Áñez de manera confidencial. Se constataron lesiones autoinfligidas que requirieron asistencia médica", dijo el organismo internacional en un comunicado difundido por la red social por Twitter.
Allí, indicó que la exmandataria de facto "refirió sentirse físicamente debilitada y profundamente afectada emocionalmente".
El documento fue emitido horas después de que una delegación del sistema de la ONU en el país, integrada por representantes de la Alto Comisionada para los Derechos Humanos (Acnudh) y ONU Mujeres, visitara a la exgobernante de facto.
La confirmación de las lesiones surgió después de que allegados a Áñez dijeran que intentó quitarse la vida el sábado, en tanto que el Gobierno señaló que ella sufrió por mano propia lesiones que no revestían gravedad.
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Según el comunicado de la ONU, Áñez recibió atención médica oficial y se le permitió que uno de sus hijos pernocte con ella.
Áñez está en detención preventiva desde marzo, en espera de juicio como acusada del golpe de Estado de noviembre de 2019.
Tras el intento de "autolesión" del sábado y ante los pedidos de que la expresidenta de facto se defienda en libertad, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, recordó este lunes que el tema recae en el Poder Judicial, pero que, en su momento, se consideró que la exmandataria de facto pretendía “fugarse del país”.
"No es un tema del órgano Ejecutivo, es un tema del órgano Judicial que tiene que determinar si esta persona se defiende en libertad o se defiende dentro de las celdas policiales", indicó Del Castillo, informó el medio local Página Siete.