-¿Cómo se vive el ascenso habiendo ya pasado unos días?-Ya estoy tranquilo. No es común en mí ser tan efusivo, pero ¡Cómo no me iba a expresar con tanta alegría!. Uno soltó la adrenalina que tuvo guardada durante cuatro años y medio de un proyecto de trabajo. Era un ascenso a la B Nacional nada menos que con Brown.
-Sin ser peyorativos, casi nadie creía en ustedes...-Sí, es cierto, ni yo me la creía. Pero cuando te ponías a hablar con otros técnicos, nadie quería enfrentar a Brown aunque no nos dieran como favoritos. Hasta me lo dijo Carlos Mayor después de la final porque me dijo que sabía de la calidad del equipo. Entramos al cuadrangular por la ventana por culpa nuestra ya que nos complicamos perdiendo 4 a 1 de local con Armenio y ya sin depender de nosotros fuimos a Temperley y gracias a Dios los resultados nos acompañaron.
-A propósito de Mayor hay que destacar el gesto y la frase que tuvo para con ustedes al decir que se había hecho justicia.-Creo que los dos merecíamos ascender, pero tenía que subir uno solo. Jugar sin el goleador nos daba un poco de preocupación y los muchachos en el primer tiempo no estaban haciendo lo que habíamos planificado. En el segundo adelantamos un poco las líneas, mejoramos la imagen y hasta hubiésemos merecido un gol.
-¿Tienen estructura para jugar la B Nacional?-Yo creo que de los equipos que suben desde la B, son muy pocos los que pueden llegar a tener estructura. Pero se están haciendo cosas para que no se pierda mucho tiempo la localía. (N. de la R: jugaría en Temperley y las obras de refacción incluirían los vestuarios y más cabinas) sin embargar el club. Nadie decía que Merlo podía jugar en el Nacional y lo hizo.
-¿El secreto del éxito fue haber mantenido la base?-Vos fijate que en estos últimos cuatro años y medio fue muy poco el recambio que se hizo y los que llegaron tenían la misma idea y la misma calidad desde lo táctico. Yo pagaría una entrada con gusto para ver a Brown, porque sé que va a intentar jugar bien al fútbol, armar sociedades en todos los sectores de la cancha.
-Se puede mencionar a Grecco, a Fabro, a Burtovoy, ¿ellos fueron la clave?-Yo prioricé formar un grupo, que es lo más difícil. Y aquí se formó una familia que comparte los buenos y malos momentos. Me molesta la traición. Si alguien no es buena persona, no sirve para el grupo. Yo sé la calidad humana que tengo en el plantel.
-¿Le molesto la subestimación, que hayan dicho que eran la Cenicienta, que a usted lo hayan apodado como 'Don Ramón'?-Lo de la Cenicienta no lo conocía. La Cenicienta encontró el zapatito y logró el ansiado ascenso. Y con respecto a lo otro al principio me dio un poco de bronca. Pero después dije 'ya está', llamame como quieras. Hasta tengo su muñequito (señala la heladera) y cuando subimos la gente me daba los muñequitos.
-¿Qué le genera jugar ante Independiente?-Es una satisfacción enorme saber que vas a jugar con ellos, con Talleres de Córdoba, con Huracán, con Banfield... Estaremos compitiendo con técnicos de la talla de Brindisi, Almeyda, Mohamed. Puede llegar a ser muy lindo y puedo aprender mucho de ellos.
-¿Asusta este nuevo desafío?-Si te digo que no, te miento. No conozco la divisional. Voy a mantener reuniones con técnicos de la categoría para que me asesoren para conocer valores, como tiene que moverse. Pero el fútbol es uno solo.