Franca, profunda y polémica, una universitaria que robustece sus mensajes y debates en los estudios que tiene sobre la historia, atrae, cautiva e irrita desde su cuenta de reminiscencia platónica a miles de tuiteros.
De chica, cuando cursaba la primaria, Luciana no imaginaba siquiera que las pilas de cartas que recibía de todo el país como resultante de su ferviente deseo de contactarse con otros, la iban a convertir con el paso de los años y las innovaciones tecnológicas en una figura de renombre en las redes sociales.

Es que Luciana Sabina, una hermosa mendocina de 28 años que estudia Licenciatura en Historia en la Universidad Nacional de Cuyo, en su Mendoza natal, hoy es considerada la reina del Twitter, con el aval que le confieren los 22.476 seguidores registrados hasta el viernes pasado.

Su cuenta, @kalipolis, encarna el espíritu inquieto, polémico y combativo que vuelca en sus mensajes de 140 caracteres con el propósito, aseguró a HISTORIAS DE VIDA, de divertirse en un medio que, dijo, "me permitió comunicarme directamente con personas con las que jamás hubiese llegado de otra forma, sean artistas, políticos, periodistas o escritores, por ejemplo".

En horario "de pobre", como lo define al de las 6 de la mañana en que se levanta para iniciar su jornada desde su casa en Chacras de Coria, Mendoza, Luciana suele dar rienda suelta a su perfil tuitero. De allí en más inicia su actividad que la lleva a la universidad, a dar clases de informática o a manejar cuentas de Facebook de distintas empresas.

Kalípolis, el nombre que eligió inspirada en ciudad ideal que Platón refiere en La República, empezó a cobrar fuerza a partir de 2010, cuando un amigo le abrió las puertas del Twitter.

Como veinte mil aplausos

"Lo lindo de tuitear es que tratás de conquistar a la gente y en ese sentido, cada seguidor es una conquista. Si se quiere -apuntó- ese seguidor es como un aplauso para el artista que está sobre el escenario".

La repercusión alcanzada en el mundo tuitero no modifica la sencillez de Luciana, una convencida que esa red social "está muy bien utilizada y el uso que se le da desde el periodismo también me parece impecable".

En los debates y porfías que entabla, en los que se reconoce "agresiva al punto de llegar a ser insoportable", Luciana hace valer su vínculo con la historia, el que le confiere sustento y profundidad.

"Hay algo central en el abordaje histórico: podemos evitar errores si hacemos una lectura correcta de nuestro pasado pero el grave problema -dispara impiadosa- es que en ese aspecto abundan los analfabetos".

Le quedan apenas cuatro materias para recibirse pero ya es ayudante en la cátedra de Historia Argentina Virrenal y tuvo un pequeña participación en un libro editado por la Universidad de Cuyo escrito por el profesor Cristian Buchrucker, especialista en estudios sobre nacionalismos.

Respecto a la cantidad de seguidores sostiene con humildad que "es un número poco habitual" pero consideró que lo importante es que la red social le permitió aportar y compartir cosas buenas.

"De pensar que cuando empecé no entendía bien lo que era Twitter y pensaba ¿a mí quién me va a leer?", confiesa, orgullosa como está de sus seguidores y, en otro orden, de una familia "compuesta -enfatizó- por seres únicos que constituyen mi mayor riqueza".

Y a ese tesoro innegociable le suma a su novio, "la persona que -indicó- estuve esperando 28 años" y que sin duda ostenta el envidiable mérito de ser su principal seguidor.

Para opinólogos, lo mejor es la historia

Luciana Sabina considera que las discusiones a través de la red del pajarito "son capaces de sacar lo mejor y lo peor de cada uno".

Sin embargo, a juzgar por su experiencia, los conocimientos sobre un tema profundo permiten dominar los debates y plantear las posturas con firmeza.

"Uno puede estar más calificado que otro para ser opinólogo, pero en mi caso particular la historia me da una base sólida para sostenerme, debatir, ser picante y molestar, que es lo que más me gusta", dijo.

Luciana advierte que si se apasiona por la historia eso se debe a que en a través de ciencia "puedo indagar en el pasado para comprender la actualidad".

Y a propósito del tema, consideró a Domingo Faustino Sarmiento como la figura histórica de su preferencia porque "fue un prócer que se agarraba a bastonazos en la calle, mujeriego, soberbio, temperamental, plagado de errores, pero también, de aciertos".

Las polémicas le dieron fama, pero la pusieron en peligro


La notoriedad que le dio la red social llevó a Luciana a vivir diversas situaciones, algunas felices y unas cuantas bastantes complejas como una resultante de las arduas polémicas que fogonea.

A poco de haber entrado a twittear con su nombre real, Luciana estaba en el aeroparque Metropolitano un joven que la vio pasar y la escuchó hablar de un tema que le resultó común. Así se le acercó y con timidez le preguntó si acaso era Kallípolis, el nombre de fantasía con que Luciana había empezado a incursionar en el mundo del Twitter. Para entonces, el avatar de su cuenta de Twitter ya mostraba su imagen que el joven, uno de sus habituales seguidores, pudo reconocer.

"Nos pusimos a charlar de los temas que tratábamos y hablamos un largo rato, lo que me dio una idea del alcance que tiene el Twitter y que hasta ese momento desconocía", apuntó.

Pero la twittera mendocina también tuvo que soportar agravios y hasta amenazas tras discutir sobre temas polémicos con los mensajes 140 caracteres.

"Una vez -recordó- la situación se puso violenta cuando tras un cruce alguien me amenazó con que si me encontraba en Buenos Aires me iba a estar esperando con un cuchillo".

A criterio de Luciana, esos casos revelan que para aprovechar la red "hay que tener un buen basamento cultural y psicológico".

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