La policía informó que el hombre acababa de sentarse en el inodoro, alrededor de las 6 de la mañana, cuando sintió un "pellizco" en sus genitales y pegó un salto, solo para bajar la vista y encontrarse una pitón albina de un metro y medio mirándolo a los ojos.
Luego de la mordida llamó a los oficiales, que acudieron a la vivienda con un experto en reptiles local, el cual se encargó de sacar a la serpiente de su escondite.
Mientras tanto, la víctima de la pitón fue llevado a un hospital para que pudiera recibir tratamiento por "heridas leves".
Los médicos dijeron que, afortunadamente, las pitones no son venenosas, pero existe el riesgo de que la picadura se infecte por bacterias que se encuentran en el inodoro.
El experto en reptiles Werner Stangl dijo que la pitón tampoco resultó herida y, después de ser limpiada, fue devuelta a su dueño de 24 años, vecino de la víctima.
La policía dijo que el vecino tiene en su departamento un total de 11 serpientes no venenosas y una lagartija en jaulas y cajones especialmente diseñados
El dueño del reptil no sabía que la pitón se había escapado hasta que la policía la trajo de regreso y dijo que no está claro cómo logró irse. La policía dijo que el dueño de la serpiente fue remitido a los fiscales por lesiones corporales negligentes pero no trascendió si será acusado.
Los servicios de animales también fueron alertados de la presencia de una gran cantidad de serpientes potencialmente peligrosas en su dirección.
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