Facebook es especialmente popular en Myanmar (nombre adoptado en reemplazo del de Birmania en 1988) y es la forma de acceder a internet para la mayoría de los habitantes del país.
El Ejército tomó el poder del país el lunes poco antes de que comenzara el nuevo curso parlamentario y detuvo a Suu Kyi y otros políticos de primera línea. Las Fuerzas Armadas dijeron haber actuado porque el gobierno no había respondido a sus acusaciones sobre que las elecciones del pasado noviembre, en las que el partido de Suu Kyi ganó de forma abrumadora, se habían visto marcadas por irregularidades generalizadas.
Unos 70 parlamentarios elegidos recientemente desafiaron el jueves al nuevo gobierno militar al reunirse para una sesión simbólica del Parlamento que no pudo iniciarse. Los legisladores firmaron sus juramentos del cargo en una casa de huéspedes del gobierno en la capital, Naipyidó, donde unos 400 parlamentarios fueron detenidos tras el golpe.
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Por su parte el ex coordinador de Naciones Unidas para asuntos humanitarios, Jan Egeland, advirtió el jueves que la actual crisis política en Birmania "puede acabar en un desastre humanitario para un millón de personas vulnerables" debido a las crecientes restricciones al envío de ayuda a ese país.
"Tememos que las necesidades humanitarias aumenten rápidamente y con consecuencias devastadoras si aumenta el bloqueo del envío de ayuda humanitaria" a las ONG que trabajan en ese país, señaló Egeland, actualmente secretario general de una de esas organizaciones, el Consejo Noruego para los Refugiados.
El diplomático noruego señaló que ya antes de la crisis política las labores humanitarias estaban siendo restringidas en varias regiones birmanas, entre ellas el estado Rakáin (oeste del país), donde se asienta aún parte de la minoría rohinyá, aunque muchos de ellos huyeron a la vecina Bangladesh y otros países de la zona.
Egeland extendió su llamada a las autoridades de facto en Birmania, a donantes internacionales y a importantes actores regionales como China o la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN), para que garanticen que la llegada de ayuda humanitaria sea una de las prioridades políticas a corto plazo.