El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reconoció hoy que las protestas del fin de semana contra su gobierno son "el gran problema del momento" y afirmó que va a vencer "esta guerra" evitando que Brasil "gire a la izquierda".
Lo hizo durante un diálogo con militantes en la puerta del Palacio de la Alvorada, donde afirmó que una de las salidas es el nombramiento de un juez de la corte suprema que debe hacer en noviembre, una vez jubilado Celso de Mello, el magistrado del máximo tribunal que lo investiga por obstrucción a la justicia.
"Vamos a vencer esa guerra que está ahí. Brasil no girará a la izquierda, no va a hundirse. No será una Venezuela como algunos quieren", afirmó el presidente.
Se refirió a las manifestaciones opositoras en 20 ciudades convocadas por movimientos sociales y con tal participación del movimiento negro organizado, en medio del escándalo por la manipulación de datos sobre la pandemia en el Ministerio de Salud.
El presidente insistió en que la responsabilidad de 'las muertes y el desempleo" es de los gobernadores e intendentes porque "el Supremo Tribunal Federal les dio autonomía para decidir".