El cofundador del programa del Psiquiatría y Leyes de la Universidad de Harvard, el médico psiquiatra Harold J. Bursztaijn, informó en un programa de televisión sobre el cuadro mental de una persona que consume drogas y el de un caníbal. En ese sentido señaló que hay 3 factores importantes a evaluar: la sustancia como tal, estado mental de la persona y el ambiente social. “La sustancia y sus consecuencias a veces son obvias: las anfetaminas te hacen paranoico, el opio deprime, pero después llegamos al estado mental que es el más importante”, dijo.
Para el médico psiquiatra, el estado mental depende de si la persona es vulnerable a ser psicótica. Cuando una persona toma alucinógenos puede cometer actos que son difíciles de comprender. “Una persona que es vulnerable a la psicosis tal vez se convierta en psicótica en el proceso y podría llegar a cometer actos terribles. Si están en presencia de una persona que pueda volver a calmarlos podría controlarse, pero si están con alguien que consideran molesto o si es alguien con advertencias antisociales podrían ocasionar estos actos como el canibalismo”. Las personas que actúan fuera de si mismos “comenten actos horrendos” cuando están bajo la influencia de alguna sustancia y cuando regresan a su estado normal de mente sienten culpabilidad, vergüenza y pueden cometer actos suicidas.
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Rachel Bell, doctora en neuropsicología especializada en asesinos en serie y criminales de cuello blanco, explica que existen cuatro motivaciones o formas básicas para el canibalismo criminal, y añade que debe ser separado del canibalismo antro pológico y del canibalismo por necesidad.
Estas son, a saber: Canibalismo sexual, agresivo, espiritual y ritual y epicúreo o nutricional. Dichas formas, según la doctora Bell, tienden a camuflarse unas con otras cuando el asesino tiene un amplio número de impulsos que lo levan a consumar el hecho. Pero en el fondo, el consumo de carne humana aunque no se lo considera un crimen en sí, sino como agravante de otro tipo de delito, como el asesinato, en muchas ocasiones se convierte en uno de los móviles fundamentales del criminal.
Las formas modernas del canibalismo ritual y espiritual son muy similares a las vistas en grupos tribales. Pero la versión moderna de crímenes de este estilo está más asociado con el satanismo o rituales de grupo en lugar de tribus en regiones remotas.
Para escándalo de la sociedad moderna, los caníbales están entre nosotros. Ejemplos sobran, si
no lo creen miren ustedes a Eugene Ruby, el hombre de 31 años al que un ciclista de Miami le gritó que dejara a su víctima, pero este “continuó comiéndolo”.