El Papa Francisco denunció este miércoles en Temuco el uso de la violencia en la lucha por reivindicar los derechos indígenas, en esta región del sur de Chile en constante tensión por el conflicto mapuche.
Durante una misa que dedicó a las víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet, el papa dijo que “no se puede pedir reconocimiento aniquilando al otro, porque esto lo único que despierta es mayor violencia y división”.
“Más que impulsar los procesos de unidad y reconciliación, terminan amenazándolos”, aseguró el pontífice en esta conflictiva región del sur de Chile. “La violencia llama a la violencia”, recalcó.
En la homilía saludó “de manera especial” a los miembros del pueblo Mapuche, así como a los demás pueblos originarios que viven en el país, como los rapanui (Isla de Pascua), aymara, quechua y atacameños.
La región de La Araucanía, de la que es capital Temuco, es escenario de la lucha que libran los mapuches, la etnia más importante de Chile, que denuncia discriminación y abusos y reclama la restitución de territorios ancestrales hoy mayoritariamente en manos privadas.
Francisco, que como argentino es un gran conocedor del problema mapuche, escogió visitar Temuco (800 km al sur de Santiago) para tomar contacto directo con esta población.
Pero algunos grupos han optado por la violencia para sus reivindicaciones. Horas antes de la llegada del papa se produjeron una serie de ataques contra la policía, tres iglesias católicas y una evangélica. Además fueron destruidos tres helicópteros que utilizan las empresas forestales para apagar incendios, según autoridades.
Una mujer de 46 años murió de un infarto en la lenta desconcentración de la misa del papa Francisco en la ciudad chilena de Temuco, en tanto que decenas de personas sufrieron desmayos y descompensaciones.
La víctima fatal fue identificada como Paola Aranguiz Guzmán, de la localidad chilena de Talcahuano, quien murió en la avenida Caupolicán, a unos cinco kilómetros de dejar el predio en donde se hizo la misa, sin que los médicos de urgencias pudieran reanimarla.
Se estimó oficialmente que en unas 200.000 personas asistieron a la misa del Papa en Temuco y muchas de ellas debieron pasar varias horas en el aeródromo de Maquehue, donde Francisco celebró la misa.
El hecho causó una congestión de tránsito en esa avenida, donde cientos de autos y colectivos permanecieron detenidos por una hora y media, hasta que el cuerpo de la mujer fue retirado, mientras miles de peregrinos que regresaban a Temuco caminando pasaron a su lado.