Miles de personas venidas de toda Italia marcharon este sábado en las calles de Macerata contra el racismo y el fascismo, después de que un militante de extrema derecha baleara la semana pasada a seis inmigrantes africanos en esa ciudad del este del país, un incidente que alteró el debate electoral ante los comicios del mes próximo.
Tras el ataque xenófobo, los partidos de derecha como la Liga Norte o Forza Italia hicieron de la inmigración el centro de sus campañas para las generales del 4 de marzo, mientras que otros sectores expresaron su preocupación ante el racismo creciente y un posible resurgimiento del fascismo.
La inquietud llevó a colectivos antifascistas, organizaciones humanitarias como Emergency, sindicatos y otras asociaciones a convocar una manifestación de repudio en Macerata.
Sin embargo, su autorización fue confirmada recién en la noche del viernes, luego de que el Ministerio del Interior aceptara las garantías de los organizadores de que sería totalmente pacífica.
Eso no impidió al municipio ordenar el cierre de todos los negocios y la suspensión de las clases -en Italia el sábado es también un día lectivo- y el servicio de transporte público ante posibles disturbios entre radicales de izquierda y de derecha.
Alrededor de 30.000 personas, según los organizadores, marcharon pacíficamente por las calles de la localidad, coreando frases de solidaridad con los inmigrantes y consignas contra el fascismo, como “siempre contra las camisas negras”.
En la cabeza de la marcha, estaban presentes inmigrantes africanos y algunos exponentes del nuevo partido Libres e Iguales, del ex presidente del Senado Pietro Grasso, además de representantes de otras formaciones como Juntos o Poder al Pueblo.
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