La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, suspendió su agenda en Chile, donde participaba de una cumbre entre América Latina y Europa, para viajar a Santa María, en el sur de Brasil, donde unas 233 personas murieron tras el incendio de una discoteca.
"La presidenta anticipó su retorno para viajar directamente a Santa María", informó la Presidencia a la AFP.
"La presidenta canceló bilaterales previstas para este domingo" en Santiago, entre otros con los presidentes de Argentina, Cristina Kirchner, y Bolivia, Evo Morales, informó la fuente.
Antes, la presidenta había llamado al gobernador de Rio Grande do Sul (estado del sur de Brasil) para ofrecer la ayuda necesaria del gobierno.
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