Colombia va a las urnas para configurar su nuevo Congreso en el marco de unas elecciones reñidas que tendrán la particularidad de la primera participación de Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, organización política derivada de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tras el acuerdo de paz firmado con el gobierno vigente luego de décadas de conflicto bélico.
El sufragio será vital para el futuro inmediato del país cafetero, pues diseñará el juego de fuerzas de cara a la votación para presidente pautada para fines de mayo, a sabiendas que en agosto se reemplazará a Juan Manuel Santos como mandatario y se generan interrogantes en torno a las tratativas de pacificación.
Es que, según los sondeos, se especula con una posible derrota de Unidad Nacional, el partido que ejerce el Ejecutivo, a favor del bloque Cambio Radical, del ex vicepresidente Germán Vargas Lleras, y el Centro Democrático, de Alvaro Uribe, el principal motor de la negativa en el plebiscito de 2016 y de gran crecimiento en los últimos meses, especialmente por la convulsión social expuesta por los atentados con la rúbrica del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que todavía no halló solución de parte de la Casa de Nariño.
Quienes están en baja son los esquemas de izquierda, que pretenderán sumar los votos necesarios para mantenerse tanto en la Cámara de Representantes como el Senado. Son los casos de Polo Democrático, Alianza Verde y Lista de la Decencia, que podrían perder posición si no alcanzan, al menos, 400 mil sufragios.
Los que estarán sentados en el Congreso, al menos con cinco plazas por estamento, serán los integrantes de FARC, más allá de cómo les vaya en las urnas. ¿Por qué? Pese a la escasa consideración en las encuestas, el acuerdo de paz, al entrar en la vía democrática, les permite ingresar con ese plafón, y lo que buscarán es aumentar la cifra, pretendiendo revalidar credenciales, especialmente, en los sectores rurales que los tuvieron como protagonistas a lo largo de los años de crisis.
Después de unas elecciones que no le brindaron la mayoría necesaria para diseñar gobierno a ningún partido político en Italia, todo se resolverá con los posibles acuerdos para confeccionar alianzas, algo que resulta una incógnita, fundamentalmente por las voces que corrieron en la palestra pública, como la de Luigi Di Maio, líder del Movimiento Cinco Estrellas -la agrupación con más votos-, que aclaró que todos los espacios deberán hablar con ellos para conseguir el objetivo.
Esa intención de sostenerse como eje la argumentó con una crítica, pues insinuó que un vínculo entre el resto de los esquemas sería un escándalo. La referencia es para un acercamiento entre la estructura de centro derecha, integrada por Liga Norte, Forza Italia y Hermanos de Italia, y el hasta el momento gobernante Partido Democrático, de donde renuncia como secretario su principal exponente, Matteo Renzi.
En ese sentido, la premisa radica en saber cómo se moverán las fichas, entendiendo que el que más fortaleza tiene actualmente es M5E, esperando conversaciones con las otras organizaciones para visualizar una salida para un lado u otro, pues reconocen en el país europeo que es más satisfactorio encontrar puntos en común de forma veloz que dejar correr el tiempo y que se deba llamar a elecciones nuevamente, algo que generaría más problemas que soluciones.
La Asamblea Nacional Popular aprobó la reforma constitucional en China que contempla la eliminación de dos mandatos presidenciales, algo que habilita al vigente presidente, Xi Jinping, para continuar en el cargo más allá de 2023.
El líder de una de las principales potencias del mundo había resaltado la importancia de la modificación previo a que se concrete al señalar que “es una medida clave para modernizar el sistema y la capacidad de gobernación”. Este ítem se evidencia vital porque el contexto mundial certifica un conflicto en el que la nación asiática está en pleno encontronazo comercial con Estados Unidos, pese a los habituales altos y bajos en la relación.
La posibilidad de que no se retire del poder dentro de cinco años, cuando finalice su segundo mandato, era motivo de especulaciones desde noviembre pasado cuando el XIX Congreso del Partido Comunista se clausuró con nuevos exponentes de la formación, pero sin un heredero aparente para el secretario general.
Tras quedar envuelta en un escándalo financiero, en las próximas horas dimitirá la jefa de Estado de Mauricio, Amina Guriv-Fakim, decisión que confirmará este lunes luego de celebrarse los actos por el 50 aniversario del país africano.
La presidenta fue acusada de utilizar una tarjeta de crédito, entregada por una organización benéfica, para hacer compras personales por un valor millonario. Y si bien argumentó que no cometió irregularidades y devolvió todo el dinero, acordó con el partido gobernante su salida para evitar inconvenientes mayores.