Luego del feroz terremoto que azotó el último lunes los países de Turquía y Siria, se superaron este jueves los 17.100 fallecidos y a medida que avanzan las horas y el frío en la zona, las esperanzas de poder encontrar a sobrevivientes se desvanece.
Los funcionarios y médicos que trabajan en los derrumbes de edificios declararon que 14.014 personas murieron en Turquía y 3.162 en Siria por el temblor de magnitud 7,8 del lunes, lo que eleva el total confirmado a 17.176.
La cantidad de heridos en ambos países suma más de 68.000 personas.
Durante las primeras horas de este jueves, los rescatistas turcos pudieron salvar a seis personas, entre las que se incluyen tres niños, cerca de 68 horas después de haber quedado sepultadas bajo los escombros de un edificio.
Además, también fue salvado de los escombros un chico de 16 años, sin embargo a medida que pasan las horas disminuyen las esperanzas de que se produzcan otros milagros y el frío de la zona (-5°C) agrava la situación.
En declaraciones a la agencia de noticias Anka, Ovgun Ahmet Ercan, uno de los principales ingenieros geofísicos y expertos en terremotos del país, calculó que cerca de “unas 200.000″ es el número que permanecen bajo los edificios derrumbados.
“El número de personas que fueron rescatadas con vida del derrumbe es de unas 8.000. No hay garantía de ello, pero si el cálculo es correcto, hay otras 192.000 personas bajo los edificios”, advirtió el profesor.