Cientos de miles de personas agobiadas por la inflación marchan este lunes por ciudades de todo el mundo para conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores y exigir justicia social, en manifestaciones de una intensidad que no se veía desde antes de la pandemia de coronavirus.
En Francia, los trabajadores reclaman al Gobierno derogar una polémica reforma jubilatoria, mientras que en Corea del Sur y Japón exigieron mejores salarios y en España poder tomarse días libres, entre muchas otras consignas en muchos otros lugares del planeta.
El 1 de mayo tradicionalmente ha servido para celebrar los derechos laborales y visibilizar reclamos, pero las marchas expresaron frustraciones más amplias por la situación actual del mundo.
En Francia, por ejemplo, activistas climáticos pintaron con aerosol la fachada del museo Fundación Louis Vuitton de París, y manifestantes en Alemania se manifestaron contra la violencia contra las mujeres y las personas LGBTQ+.
Las celebraciones fueron reprimidas en Turquía, país que se prepara a celebrar elecciones en medio de tensiones políticas.
En Rusia, la guerra con Ucrania eclipsó los actos y los redujo al mínimo en Moscú, donde las celebraciones del 1 de mayo fueron algunas vez eventos masivos.
La guerra está en el centro de las preocupaciones a nivel global por el poder adquisitivo, ante el aumento de precios de la alimentación y de la energía registrado en todo el mundo desde que Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022.
En Asia, las marchas del 1 de mayo de este año parecieron desatar la frustración reprimida después de tres años de restricciones por el coronavirus, con mucha mayor participación que en años anteriores, según medios locales.
En Europa, Francia se preparaba para uno de los 1 de mayo de manifestaciones más multitudinarias en años, esta vez centradas en el rechazo a la decisión del presidente Emmanuel Macron de elevar la edad jubilatoria de 62 a 64 años pese a meses de protestas.
El Reino Unido, donde la inflación supera el 10%, vive por ejemplo una oleada de movimientos sociales desde hace varios meses para pedir un aumento de los salarios, tanto en los servicios públicos como en el sector privado.
Manifestaciones o huelgas sectoriales también se registraron en otros países europeos, como Alemania, Letonia o Portugal, y se esperaban en naciones de América, desde Canadá a Argentina, para reclamar un mayor salario ante el aumento del costo de la vida.
En España hubo más de 70 marchas, encabezadas por los sindicatos, que advirtieron de “conflicto social” si los salarios del país, que son bajos para el promedio de la Unión Europea (UE), no subían en línea con la inflación.
En Turquía, la policía impidió que un grupo de manifestantes llegara a la plaza principal de Estambul, Taksim, y detuvo a 12 manifestantes, informó la estación de televisión independiente Sozcu.
El gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan ha prohibido las manifestaciones en la plaza. Turquía celebra elecciones presidenciales el 14 de mayo, y Erdogan busca su reelección.
En Corea del Sur, decenas de miles de personas asistieron a varios actos, los más masivos en esta fecha desde que comenzó la pandemia de coronavirus, a principios de 2020.
“¡Aumenta todo menos nuestros salarios. ¡Menos horas de trabajo!”, gritaban manifestantes en Seúl.
En Tokio, miles de trabajadores, acompañados por legisladores de la oposición y académicos, se reunieron en un parque para exigir aumentos salariales para compensar el impacto del aumento del costo de vida.