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Dos jirafas blancas fueron filmadas en Kenia y las imágenes rápidamente dieron la vuelta al mundo debido al singular color de sus protagonistas.
Los animales tienen leucismo, una rara particularidad genética diferente al albinismo, que inhibe la pigmentación en las células de la piel.
Cabe destacar que a diferencia del albinismo, los animales con leucismo no dejan de producir pigmentos oscuros en sus tejidos blandos, por lo que no pierden la coloración de los ojos y otras partes corporales.