A finales del siglo XIX, Oscar Tschirky, un mozo del recién inaugurado Hotel Waldorf Astoria, en Nueva York, creó una ensalada con tres ingredientes: mayonesa, apio y manzana. Recién a comienzos del siglo XX, se le incorporaron las nueces. Gustó tanto que el plato fue copiado por millones de restaurantes en todo el mundo y hoy sigue siendo una de las ensaladas más sabrosas.