Monseñor José María Arancedo brindó declaraciones al diario La Nación y a Radio María en las que repasó los temas más calientes de la actualidad, entre ellos la desaparición de Santiago Maldonado y la famosa grieta que se agudizó en un año electoral. A continuación, las principales definiciones:
• “Son temas que no podemos poner en clave política. La Justicia tiene que dar a la sociedad una palabra firme y definitiva”.
• “Es un tema que nos tiene tristes. La Iglesia y todos queremos que aparezca, Dios quiera con vida, que se sepa qué pasó y que la Justicia actúe”.
• “La Iglesia ha hablado en alguna oportunidad. Todos queremos que aparezca y que aparezca con vida. Todos tienen que colaborar. El Gobierno y todos los que puedan aportar datos”.
• “Cuando hablamos de reconciliación no hablamos de impunidad, sino de verdad, de justicia, de reparación. Para reconciliarnos no tenemos que ser amigos. Podemos tener diversidad de opiniones y actitudes, pero la reconciliación es sentirnos parte de la misma humanidad”.
• “A veces la urgencia política de las elecciones puede llegar a fraccionar mucho, pero todo dirigente político tiene que tener como horizonte un país en el que todos nos encontremos”.
• “No es fácil de definir el clima electoral. Uno lamenta las polarizaciones, las grietas, que dejan heridas difíciles de cerrar. Tiene que haber firmeza en lo que uno defiende, pero con respeto cívico. Hay que elevar el nivel de diálogo político y no quedarse enredados en chicanas y enfrentamientos, que lejos de acercarnos nos alejan”.
• “Necesitamos el encuentro de la clase dirigente. Eso no significa uniformidad, que todos piensen igual. La diversidad enriquece. Hace falta una ejemplaridad de la dirigencia política. El ejemplo siempre viene de arriba”.
• “No hay una agenda preparada pero yo me animaría a decir que está cerca. Dios quiera que sea el próximo año. Él quiere venir pero el momento forma parte de su silencio y hay que respetarlo. Tiene una agenda muy cargada internacionalmente. Tal vez por ser tan cercano tenga esa libertad de decirnos ’espérenme’”.
• “La gente no ve en el Papa un líder más -que lo es internacionalmente- pero, desde la fe, tiene algo que es lo que motiva toda la adhesión, él es Pedro”.