Rock de acá fue editado por primera vez en 2009 y ahora volvió a ver la luz, pero con más entrevistados y un preludio de Miguel Grinberg.
Es un libro hecho a través de los reportajes realizados por este periodista entre 1992 y 2015, para intentar darle un contexto a lo que hoy se conoce como "rock nacional". Se leen entrevistas a Moris, Pajarizo Zaguri, Javier Martínez, Billy Cafaro, Billy Bond, Litto Nebbia, Alejandro Medina, Claudio Gabis, Kubero Díaz, Pipo Lernoud, Emilio Del Guercio, Edelmiro Molinari, Rodolfo García, Ricardo Soulé, Pomo, Jorge Álvarez, Miguel Cantilo, entre otros. Pioneros, todos ellos fueron los que a través de la hibridación con la música que se venía desarrollando en otras latitudes conformaron lo suyo y le dieron una identidad y una forma de hablar a las canciones de nuestro país. Aquellas melodías, riffs de guitarras y hasta formas de cantar, fueron la génesis que atravesó un inconsciente colectivo, fue ese sello de aire fresco que hoy permite, quizás, recordar el blues negro en la voz del cantante de Manal, Javier Martínez.
Ábalos reúne testimonios y los agrupa de tal manera que, más allá de que los protagonistas sean los que hablan en cada reportaje, parece que por debajo de todas esas anécdotas hay una voz única, encolumnada en mostrar que sí fue posible otro mundo. Tal vez porque ellos surgieron con la milicia en la espalda, al calor de un Juan Carlos Onganía que ya había puesto en marcha una máquina para desechar todo lo que tenga que ver con enriquecer el capital intelectual. Así fue que en esa época emigraron un gran porcentaje de científicos e intelectuales y tuvimos el episodio conocido como "La noche de los bastones largos". Ese caudal derrotista fue, entonces, lo que puso a andar una lírica sin domesticaciones, lo cual posteriormente a muchos cantantes y grupos les trajo severas persecuciones.
LEA MÁS:
En este libro no sólo hablan músicos sino también artistas como Ricardo Cohen (o Rocambole), fundador de la agrupación estudiantil "La cofradía de la flor solar", en la facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Plata, que después se convirtió en una banda de rock y tuvo como guitarristas a Kubero Díaz y Skay Beilinson. "Como andábamos buscando cosas que hacer y posibilidades de entrada de dinero, aparece la posibilidad de tocar en un baile de Punta Lara, entonces se armó así una especie de grupo de improvisación con tambores y en único instrumento armónico era el acordeón de Pipo Fisher, y le pusieron La cofradía de la flor solar y lo anunciaron también el diario: Toca La cofradía de la flor solar en Punta Lara, y eran todo tambores y un acordeón, y no sé qué pasa que esa noche terminan todos preso, no sé qué pasó, si por denuncias del vecindario de los ruidos o por lo que fuere, pero creo esa noche terminaron todos presos. Esa fue, digamos, la aparición pública del nombre con un grupo musical", cuenta Cohen en uno de los pasajes del libro.
Mediante estos testimonios, Rock de acá se remonta al inicio de todo: cuando se empezó a cantar en castellano, la aparición de un movimiento generacional que se empieza trazar en el año 65 con las juntadas en La Cueva y la composición de La Balsa; el sello Mandioca con Jorge Álvarez a la cabeza y su fomento de nuevos jóvenes tras la publicación de discos de artistas como Manal, Miguel Abuelo o Tanguito. Y resulta importante detenerse en este productor, porque a través de que supo ver una sensibilidad heredada de décadas anteriores en las clases media y baja, fueron posibles otros productos culturales sin condicionamientos y no sólo musicales. Publicó libros de literatura y fue el cultor en los primeros pasos de los escritores David Viñas y Juan José Saer.
"Los esclavos llegados a las diferentes costas del continente americano llevaron consigo tanto su historia tribal en desarraigo como su pulsión natural por los ritmos heredados de sus comunidades nativas. Así nace todo, desde la desigualdad, desde la esclavitud (...)", se lee al comienzo del prefacio y deja en claro el perfil de la investigación.
Acercarse a este libro es una buena manera de clarificar y contextualizar algunas anécdotas que andaban sueltas por ahí sobre cómo empezó todo y entender que lo colectivo fue fundamental para darle vida a este (otro) lenguaje que Ábalos supo titular Rock de acá.