Traer un gatito al hogar es una decisión sabia y bien pensada porque estos compañeros son una fuente de cariño y paz para la vida cotidiana. Sin embargo, existen muchos preconceptos y pensamientos errados acerca de los felinos que la especialista Marta Almeida, fanática de los mininos, busca desterrar en base a la experiencia y a los estudios acerca de uno de los animales más nobles del querido reino animal.
Según la experta, uno de los mitos más difundidos es el que “los gatos hacen sonidos únicamente cuando desean comunicarse con los seres humanos, mientras que cuando están alrededor de su entorno natural no lo hacen. Lamentablemente, es una idea errada que se fue generando, probablemente, a partir de varias películas y algunos cuentos de ciencia ficción que fueron creando este relato popular, pero la realidad es que es muy errado y no tiene ningún anclaje en la realidad”. Luego, agrega: “Muchos estudios fueron realizados a gatos de todo el mundo para estudiar y analizar bien de lleno cuáles eran los principales relacionamientos que establecían los gatos, tanto con su entorno como con los humanos. Un último informe de la Universidad de Chicago sostiene que maullar y ronronear son acciones desarrolladas por los gatitos para comunicar sus estados de ánimo, tanto a hombres como a cualquier otro tipo de especie. Sin ir más lejos, se descubrieron más de 73 tipos de sonidos diferentes que los utilizan en su hábitat natural, lo cual echa por tierra cualquier suposición acerca de que los gatos quieren sólo hablar con hombres o mujeres. Es completamente falso”.
La aguja en la cola es uno de los mitos más graciosos acerca de los gatos: “¿Quién no escuchó decir alguna vez por los padres o abuelos que los gatos tienen una aguja en la cola que los convierte en un peligro para los niños? Lamentablemente, muchas personas aún siguen pensando que eso es verdad y no se animan a traer uno a casa pensando que pueden ser atacados por esa falsa arma. La verdad es que la cola es la misma que la de cualquier otro animal y no tiene nada especial en su interior. Una de las principales funciones que cumple es la de brindarle equilibrio al animal para su vida diaria. Unos expertos escoceses afirman haber descubierto que la cola no sólo sirve para determinar cuál es el estado de ánimo del gato, sino que a su vez ayuda a entender si hay alguna situación de conflicto. En este sentido, según los científicos cuando un gato permanece quieto pero con su cola en movimiento de un lado hacia el otro, el significado es que mantiene en su interior una lucha para determinar cuál es el próximo paso a seguir”.
Las supuestas traiciones del gato son uno de los ejes de discusión más frecuentes en las familias al momento de decidir traer o no a uno al hogar: “No son ni más ni menos violentos que otras especies. En general, no tienen temperamentos fuertes ni reacciones desmedidas pero es importante tener en cuenta que hay signos claro y evidentes que dan cuando hay algo que no les está gustando o que puede llegar a generarles miedo. Cuando paran las orejas de manera firme es la manera más contundente en que algo les llama la atención y están dirigiendo sus sentidos hacia allí. Por otro lado, cuando se tiran para atrás significa que están enojados, mientras que cuando lo hacen para adelante es un signo de temor. En ambas situaciones, las conductas pueden tornarse un tanto violentas por lo que es recomendable no molestarlos y darles tranquilidad para que puedan relajarse”.
Finalmente, el odio al agua es una creencia que no condice con la realidad: “Dibujitos animados han ayudado a extender la idea de que los michis no gustan de bañarse o tener contacto con el agua. Especialistas han determinado que son muy buenos nadadores y que gustan de tener buenos baños, siempre y cuando no sean muy seguidos y estén a una temperatura agradable. Lo que odian definitivamente es ser mojados a la fuerza o por sorpresa, algo que si somos sinceros, a nadie le gusta”.