L uego de recibir muestras de solidaridad y de repudio de parte de colegas de otras bancadas por las agresiones que sufrió el miércoles, el diputado nacional Martín Lousteau advirtió ayer sobre la existencia de un “estado de ánimo de tensión y de violencia”.
“Tenemos permanentemente una situación y un estado de ánimo de tensión y de violencia”, lamentó el ex ministro de Economía al comienzo de la sesión especial en la Cámara baja. El jefe del bloque de Evolución Radical agradeció los gestos de apoyo de todo el arco político, pero pidió a esa dirigencia que reflexione acerca de si está “contribuyendo a apaciguar o a incendiar esos estados de ánimo”.
“La solidaridad y el repudio están bien, pero debemos reflexionar acerca de si estamos contribuyendo a apaciguar o a incendiar esos estados de ánimo”, expresó el ex embajador ante Estados Unidos, al referirse a los feroces intercambios verbales que en la última semana involucraron a diputados oficialistas y opositores, enfrentados especialmente por la discusión de la reforma previsional. Al respecto, consideró que los legisladores son “responsables de la violencia” con la que se tratan y de la violencia que se “contagia al resto de la sociedad”.
“Somos responsables de no ayudar a sanar en esta sociedad. Somos responsables de la violencia con que nos tratamos y de la violencia que contagiamos al resto de la sociedad”, evaluó. Sobre las agresiones que sufrió, dijo que se resiste a la idea “que un político o un referente no pueda caminar por la calle con la frente en alto”.
“Me confié porque me considero una persona moderado, porque creo que el diálogo cuando uno tiene convicciones es la mejor vía, me confié porque eran los empleados del Banco Provincia que considero una familia propia con la cual trabajé mucho. Estoy orgulloso de la gestión que hicimos y es reconocida. Me resisto a que un político o un referente no pueda caminar por la calle con la frente en alto”, afirmó.
“La grieta es una calamidad y la vivimos todos los días”, concluyó.
Más temprano, en declaraciones a la prensa, Lousteau había asegurado que en el país se está construyendo “un estado de ánimo tensionado” y “peligroso” para la democracia.
“Estamos construyendo entre todos un estado de ánimo bastante tensionado en la Argentina y en mi opinión bastante peligroso. Hay una degradación permanente, lo que demuestra que la calidad democrática está cada vez peor”, manifestó.
Lousteau fue agredido por un grupo de manifestantes que protestaba frente al Banco Provincia en rechazo a las modificaciones en el régimen de sus jubilaciones, tras lo cual recibió el apoyo de dirigentes de todos los sectores políticos, incluso del presidente Mauricio Macri.
El legislador por la Capital, que se dirigía caminando hacia el Congreso para participar de la Comisión de Presupuesto, fue empujado e insultado por varios de los empleados bancarios que lo interceptaron cuando pasaba por la sede que la entidad bancaria tiene en Callao al 200.