Mascotas Notas
Muchos fanáticos de las mascotas tienen predilección por contar con aves en sus hogares porque son símbolos de paz, equilibrio y armonía. Sin embargo, están quienes quieren pájaros o loros, pero deciden cortarles las alas por cuestiones de seguridad y para que no se escapen.
La belleza que representan al expandir sus alas es un atractivo que muchos buscan en las aves, ya que es un espectáculo único y muy difícil de encontrar. Cuando surge la posibilidad de cortarles las alas hay que tener en cuenta algunos aspectos importantes.
Vanina Anselmi, veterinaria especializada en aves, opina que “la gran mayoría de los veterinarios sugieren que cortar las alas es una decisión muy particular y exclusiva del dueño. Al momento de elegir, se deben tener muy en consideración diferentes temas y estudiar las consecuencias para no afectar al animal”.
Las razones pueden ser variadas según el caso: “Algunos prefieren hacerlo por comodidad ya que las plumas pueden generar un poco de desorden en el hogar. También están aquellos que prefieren evitar que el animal se escape a alguna puerta o ventana vecina, incluso, a algún lado del cual ya no pueda volver, por lo que el cortar las alas brinda más seguridad de que va a estar en la casa. Finalmente, hay razones de actitud que pueden llevar al dueño a pasar por este proceso ya que en algunas situaciones pueden ser por comportamientos agresivos o desobedientes y allí sus alas tienen mucho que ver porque son sus principales armas, por llamarlas de algún modo”.
Este tipo de prácticas son llamadas científicamente como alectomías y constan básicamente de cortarles o retirarles las falanges distales en sus alas donde se eliminan las plumas primarias, utilizadas esencialmente por los animales para levantar vuelo. Aquellas aves preparadas para tener vuelos más largos suelen ser las más perjudicadas en un sentido físico ya que se les priva de la realización de una de sus principales actividades de vida”.
Dentro de la evaluación que el amo debe hacer, hay varios factores a tener en cuenta: “Si se cortan sólo las falanges, puede que vuelvan a crecer y el ave pueda volar. En aquellos lugares amplios en donde el animal tiene un espacio determinado, siempre es más recomendable no cortarle las alas ya que la premisa es que el vuelo es la forma en que ellos se ejercitan. Y si aún así se decide a hacerlo, por favor hay que contactar a un veterinario profesional encargado de esta tarea para no hacer sufrir al animal física o anímicamente”.
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