Esto es especialmente importante en el momento en el que el perro identifica y en la etapa de la sexualidad con la producción de las feromonas, que son sustancias químicas volátiles que los perros utilizan como señales para comunicarse. Las más volátiles las capta la mucosa olfatoria y las menos volátiles el órgano vomeronasal, dando lugar a la conducta conocida con el nombre de flehmen, en la que levantan el labio superior, elevando la cabeza e inhalando aire por la boca.
Del mismo modo que los seres humanos usan las fotos como un documento que acredita a una persona, el perro utiliza su olor personal y particular como elemento para identificarse ante los demás miembros de su especie, dejando constancia de su edad, sexo, status y raza entre otras cosas.
Esta gran capacidad olfativa les permite trabajar como perro de rastreo o detector de drogas y explosivos, siendo de gran valor su contribución, porque a pesar de los grandes avances tecnológicos no se ha podido fabricar un aparato con la capacidad para percibir, clasificar y distinguir un abanico tan amplio de olores como es capaz un perro. Resulta fantástico observar como por ejemplo un perro es capaz de detectar fácilmente estupefacientes escondidos en un vehículo, dentro del tanque de nafta, envasados al vacío, inclusive cuando se haya rociado con otros olores para intentar distraerlos.
El oído es el segundo sentido más desarrollado del perro. Posee pabellones auditivos muy grandes y una gran capacidad de orientación para buscar el origen del sonido. Gracias a esto obtienen una percepción muy elevada de los sonidos, siendo capaces de distinguir incluso sonidos muy leves y lejanos con facilidad. El oído del perro es más sensible a sonidos de alta frecuencia, pudiendo percibir sonidos de hasta 60.000 Herzios frente a los 20.000 Hz que puede percibir el ser humano. Además, son capaces de discriminar con bastante exactitud la procedencia de dos sonidos, con una mínima distancia de separación de 4 a 8º.
El tacto es otro de los sentidos que tienen muy desarrollado debido a que poseen los receptores en la piel, en la base de los folículos pilosos, sobre todo de los pelos táctiles, más gruesos y rígidos que al moverse estimulan las fibras nerviosas. Hay 5 clases de pelos táctiles: supraciliares, del mentón, cigomáticos, mandibulares y labiales. Todos están situados en la zona de la cara, por lo que las caricias les producen un efecto relajante que disminuye la frecuencia cardíaca y la concentración de cortisol o estrés. Otras zonas sensibles son las de las almohadillas y sobre todo en la nariz, donde tienen receptores infrarrojos capaces de captar hasta pequeños cambios de temperatura.
La vista es el sentido que los perros tienen menos desarrollado, aunque en muchos aspectos es mejor que el ser humano. El perro posee un amplio campo visual, que varía según la raza, debido a la ubicación de sus ojos, más o menos separados entre sí, o, más o menos laterales. Aunque se ha comprobado que incluso las razas menos favorecidas, poseen un campo visual muy amplio, que oscila entre los 250 y 290 grados. Por otro lado el hecho de que los campos visuales de cada uno de sus ojos apenas se superpongan hace que no puedan calcular con exactitud la profundidad y la distancia. Su capacidad visual les permite percibir con facilidad el movimiento de un objeto a más de 350 metros; y su visión nocturna aunque algo borrosa, les permite moverse sin dificultad y captar el movimiento a distancias similares.
-Los perros enfocan peor los objetos que están situados a menos de 50 centímetros, presentando incluso algunas razas el problemas de la miopía.
-El aseo de los oídos del perro también sirve para revisar si existe alguna dolencia o infección. Un oído sano tiene un color rosado pálido y no huele mal.
La creencia sobre la visión en blanco y negro que tienen los perros se basa en el estudio de la estructura de la retina de su ojo. En la retina de cualquier ser vivo hay dos tipos de células conocidas como "los bastoncillos", sensibles a la luz incluso de muy baja intensidad y "los conos", sensibles a los rayos luminosos de un determinado color. El perro posee más bastoncillos que conos, por lo que no percibe bien los colores, pero posee buena visión con poca luz.
No se puede asegurar que los perros vean en blanco y negro, ya que, no se han hecho estudios suficientes ni concluyentes al respecto. De hecho en algunos experimentos se pudo demostrar que el pequeño porcentaje de células cono que posee la retina del ojo del perro, les permite percibir algunos colores de diferente intensidad, especialmente, los cercanos en el espectro al azul, mientras que los cercanos al rojo no los perciben. Recientemente se demostró que los conos de los perros tienen 2 picos de absorción de la luz, para longitudes de onda que corresponden al azul-violeta y al amarillo-verde, por lo tanto tendrían visión dicromática.
Esta extrema y extraordinaria percepción del mundo que los rodea, es lo que hace, que en muchas ocasiones se tenga la impresión de que el perro posee un sexto sentido, con el que consigue predecir determinados acontecimientos. Tales capacidades adivinatorias no les son propias. Lo que sucede es que la información que reciben por todos sus sentidos es tan abundante y de tanta calidad, que sorprende a los seres humanos quienes los catalogan de "adivinos", y esto se debe a que los seres humanos poseen un mundo perceptivo limitado en comparación con los perros.