Será toda una novedad. Y habrá que adaptar el vocabulario, porque la AIBA también llama profesionales a aquellos que pelearon bajo su égida en el torneo APB (AIBA Pro Boxing), que difieren de los históricos profesionales, esos que pelean a 12 rounds y ganan títulos mundiales de las entidades reconocidas, como la AMB, el CMB, la FIB y la OMB.
Habría que denominar entonces a los de AIBA como "PRO", y a los históricos como "profesionales". Y a los típicos amateurs, como "olímpicos", aunque estos incluyan además a los PRO AIBA.
Por supuesto, esto ha traído polémicas y resistencias en todo el orbe boxístico, desde dirigentes y promotores, hasta periodistas, DT y boxeadores, o ex.
Y en este sentido no se pueden dejar pasar las declaraciones del ex campeón mundial mediano del CMB, Maravilla Martínez, quien abiertamente en contra de la medida, formuló declaraciones ante el colega Adrián Michelena de Telpín TV, quien las subió a youtube.
El ex púgil propone "enviar a la cárcel" a alguien de AIBA "antes de que maten a un boxeador, o lo manden a un hospital". Y además anticipa que en los JJOO de Río "puede morir un boxeador".Maravilla, identificado y vinculado en todos los sentidos desde siempre con el CMB, el organismo más enfrentado ideológica y políticamente a la AIBA, y por ende, quien más cuestionó sus nuevas medidas, tiene derecho a opinar como cualquier ciudadano y decir lo que le parezca.
No obstante, duele escuchar de su boca conceptos abolicionistas, que son los mismos que se usaban en las décadas del '80 y '90 por parte de éstos, que quisieron prohibir la actividad, sin éxito.
Pero no es lo mismo que lo diga Maravilla, hombre del boxeo y referente en su deporte, a que lo diga Juan Pérez.Sin embargo, lo que en verdad molesta es su falta de información, llamativa en un hombre supuestamente preparado, actualizado y que no suele hablar por hablar, por lo que uno duda de si no está informado, o no quiere estarlo. Y si lo que dice es resultado de un pensamiento genuino, que resulta de sus escasos elementos de análisis, o de una posición dogmática influenciada, aún informado debidamente de la realidad.
En primer lugar, cualquiera de los púgiles que él menciona en sus declaraciones (Golovkin, Kovalev, incluso de la Hoya), tienen apenas 3 rounds para ejecutar a alguien como él piensa, y lo deben hacer "de una sola mano", porque las reglas del boxeo -más aún, las de AIBA-, son extremadamente cuidadosas como para evitar cualquier situación de zozobra, y casi no hay nocauts siquiera, porque las paran antes y cuentan ante cualquier situación.
Pero lo más objetable es que él habla de "estos" Juegos, los de Río, donde apenas participarán "TRES", profesionales, que fueron los únicos que se clasificaron en el último preolímpico de Vargas, Venezuela, de los 20 que participaron. Y ninguno de ellos fue capaz de ganar el Oro.
Y eso que pelearon contra la resaca, es decir, los que no entraron en las otras 6 instancias previas donde fueron clasificándose los mejorcitos.
Es más; el único KO que hubo en una pelea entre un amateur y un profesional, fue a favor de un amateur: el colombiano Juan Carlos Carrillo, de 81 kg, noqueó en el 1º round al serbio Petar Maukovic, de 14-0-0, 13 KO. Carrillo después venció en la final a otro profesional, el camerunés Hassan Ndam Njikam, ex campeón mundial.
Estos tres profesionales, Ammat Ruenroeng de Tailandia, Ndam Njikam de Camerún, y Carmine Tommasone de Italia -los dos primeros con Plata y Tommasone con Bronce-, según Maravilla Martínez pueden matar a alguien en Río, y pide la cárcel para algún dirigente de AIBA antes de eso. No sabe para quién, pero para "alguien". La pregunta es qué pasa si los hechos le demuestran que está equivocado. ¿Insistiría con la cárcel?
Tal vez tenga razón, y la fatalidad haga que muera algún boxeador en Río, aunque todo se hubiese desarrollado legalmente. Ahora bien, pretender condenar a alguien antes de que se concrete un hecho, sin juicio previo y sólo por no estar de acuerdo con las reglas, es un pensamiento de otra época, que tiene nombre y apellido.
Sus "fantasmas" –Golovkin, Kovalev, etc-, primero tienen que "dignarse" a participar en un JJOO. Luego tienen que arreglar condiciones económicas con sus Federaciones, y luego clasificarse en algún preolímpico peleando a 3 rounds, con otros guantes, mucho más acolchados en los nudillos que los que ellos usan como rentados.
El presidente de la FAB, el Lic. Luis Romio, en la conferencia de prensa que se brindó en la FAB la semana pasada con los púgiles argentinos que nos representarán en Río, dijo al respecto: "tendrían que poner preso a los 196 dirigentes que votaron unánimemente la decisión, porque no fue cuestión de uno solo. No se levantaron un día y lo decidieron, sino que fue algo estudiado y evaluado por años con profesionales en la materia, médicos, neurólogos".
El DT Julio García opinó: "primero no estuve de acuerdo, pero al ver luego las peleas, vi que no había diferencia, y que a los profesionales les cuesta adaptarse a los 3 minutos, porque cuando ellos empiezan a calentar motores, la pelea ya está terminando".
Leandro Blanc, el 49 kg, subrayó: "me parece bien que intervengan, porque nosotros estamos a la altura de cualquiera, sea profesional o amateur, ruso, o cubano, así que no hay diferencias arriba del ring. Todos tenemos las mismas armas".
Fernando Martínez, 52 kg, dijo: "si los profesionales son de 15 ó 20 peleas, como los que acostumbramos a enfrentar hasta ahora, no hay problemas, pero si son Golovkin, Kovalev, o Pacquiao, ahí sí las hay, aunque no como para matar a nadie, porque las reglas no lo permiten. Te paran la pelea por cualquier cosa".
Alberto Melián, destacó: "nosotros tenemos que adaptarnos a las reglas, porque en la AIBA ya ha habido muchos cambios. Este es uno más. Se sacaron los cabezales, se cambió el sistema de puntuación, se introdujeron profesionales de 15 peleas, y ahora está bien que permitan al resto, aunque parezcan tener ventajas. Es una dificultad más".
Ignacio Perrín y Alberto Palmetta, de 60 y 69 kg respectivamente, coincidieron: "Esto nos motiva mucho más para demostrar que podemos pelear de igual a igual con quien sea. El boxeo tiene reglas claras, y en AIBA son muy celosos, se cuida mucho al boxeador".
Y Yamil Peralta, el 91 kg, estuvo en el tono de Melián: "Hay que adaptarse a las reglas, que por algo están y por eso peleamos bajo ellas. Si la AIBA propone algo hay que aceptarlo o irse. Pero ya nos hemos medido con lo mejorcito, tanto amateur como profesional, aunque si vienen los de renombre, seguramente habrá diferencia a favor de ellos".
Más allá de opiniones y gustos, en el preolímpico de Venezuela surgió una inesperada alianza que revela el rumbo y alcance que puede tener esta medida para el boxeo mundial: el acercamiento político entre los presidentes de la AIBA y la AMB, el chino Ching-Kuo Wu, y el venezolano Gilbertico Mendoza, respectivamente.
No trascendieron detalles, salvo el compromiso de seguir reuniéndose y trabajando juntos, pero uno imagina en qué dirección podría ir la cosa. Y una de estas deducciones es que hasta podrían en el futuro enfrentarse los campeones de ambos organismos, como última meta.
Esta foto es por demás elocuente: