El Papa Francisco, que inició este jueves una gira por Corea del Sur, llamó a los gobiernos de este país y del norte a entablar el diálogo que permita la reconciliación entre ambas naciones, separadas desde comienzos del siglo veinte, primero por la ocupación japonesa y luego por la guerra que los enfrentó entre 1950 y 1953.
Francisco llegó a Seúl para promover el catolicismo en esta región y aprovechó la ocasión para abogar por la reconciliación de las dos Coreas, aunque el gobierno de Pyongyang respondió lanzando el martes una salva de misiles al mar, un medio que utiliza regularmente el régimen de Pyongyang para demostrar su descontento.
El papa fue recibido en el aeropuerto de Incheon por la presidenta Park Geun-Hye y escolares que le hicieron una ofrenda floral.
En su primer discurso al llegar a la capital surcoreana, frente a la presidenta Park Geun-Hye, y las diferentes autoridades del país, el papa saludó "los esfuerzos hechos a favor de la reconciliación y la estabilidad en la península coreana", el "único camino hacia una paz duradera".
"La diplomacia, como arte de lo posible, se basa en la convicción firme y perseverante de que se puede alcanzar la paz a través de la escucha tranquila y el diálogo, más que a través de recriminaciones mutuas, críticas estériles y despliegue de fuerzas", señaló el sumo pontífice.
El papa, que hablaba en inglés por primera vez en un marco oficial, evitó cuidadosamente nombrar al régimen marxista norcoreano, a pesar de que sus referencias a las injusticias, persecuciones y despliegue de fuerzas hacían sin duda alusión a Pyongyang.
El obispo de Roma le aseguró a su anfitriona, la presidenta surcoreana, que desde "lo más profundo de su corazón" esperaba la reconciliación de las dos Coreas, separadas desde 1953. El pontífice argentino va a celebrar una misa para "la paz y la reconciliación" en la catedral de Myeong-dong en Seúl, el 18 de agosto, como colofón de su visita de cinco días.
Al contrario que en el Norte, donde el catolicismo está muy perseguido, en el Sur, los cristianos, entre todas sus diferentes Iglesias, son más numerosos que los budistas. Los católicos (10,7% de la población) integran una Iglesia dinámica, influyente, pero amenazada por cierto aburguesamiento que Francisco tendrá que intentar ayudar a disipar.
La última visita de un papa a Corea del Sur se remonta a 1989.