El hombre que sufre neurofibromatosis y que conmovió al mundo tras su abrazo con el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro pese a su enfermedad narró su conmovedora historia de vida.
Vinicio Riva describió al diario Daily Mail que en su encuentro con el Sumo Pontífice la emoción lo paralizó por completo. "Sentí que el corazón se me salía del cuerpo. Fue el paraíso, él nunca dudó en abrazarme", contó.
"Mi enfermedad no es contagiosa, pero seguramente Francisco no lo sabía. Simplemente lo hizo: envolvió toda mi cabeza como si solamente sintiera amor", describió Riva.
El hombre, de 55 años, vive en la ciudad italiana de Vicenza con su tía y su hermana, que también padece la misma enfermedad, pero en menor medida.
Riva debe someterse a constantes operaciones debido a los tumores que se le presentan en la piel y no puede recorrer grandes distancias a pie por los forúnculos que le salen en sus pies.
Cuando comenzó a tener los primeros síntomas de la enfermedad, Riva debió abandonar la escuela y comenzó a trabajar en una pequeña empresa en su ciudad natal junto a su padre.
Además de declararse como un fanático del fútbol, también colabora en un centro especial para personas discapacitadas.
"Los que conozco desde hace mucho tiempo son amables, el resto me trata horrible", destacó Riva al periódico.