Cómo se descubren los
años kármicos y qué
desafíos plantean en
cada etapa de la vida
i cree que todo ser humano tiene su karma deberá saber que en una vida promedio de sesenta años se calcula que cada nueve años se presenta el año kármico para poner a prueba a la persona. Todo lo que no se termina o libera en una etapa, se arrastra indefectiblemente a la siguiente. Lo que hace que el karma se torne más pesado y doloroso, pero si conoce cuáles son las distintas etapas, su estado kármico podrá enfrentarlas y resolverlas.
Para llegar a este conocimiento se entrelazan las ciencias ocultas que desde la más remota antigüedad relacionan la vida con la numerología. Por lo tanto, para conocer su etapa kármica deberá sumar los números que conforman su fecha de nacimiento.
Si usted nació el 21 de mayo de 1949 deberá sumar
2 + 1 + 5 + 1 + 9 + 4 + 9 = 31
3 + 1 = 4
A continuación para conocer el primer año kármico de su vida deberá sumar hasta llegar a la cifra de 7 es decir: 4 + 3 = 7.
El número que debe adicionar para llegar a 7 se le suma al año de nacimiento y así tendrá su primer año kármico que luego se renovará cada nueve años. Su primer año kármico fue en 1952.
Los años kármicos involucran este seguimiento.
INFANCIA: hasta los nueve años se tiene un karma pasivo porque el niño/a vive las peripecias de la vida más como espectador que como protagonista, porque aún su conciencia no está definida ni su vivencia personal está viviendo el karma familiar.
ADOLESCENCIA: se lo vive entre los nueve y dieciocho años porque comienza a formar su personalidad desprendiéndose del karma familiar para comenzar a vivir su propio karma.
INICIO JUVENTUD: se extiende entre los dieciocho a los veintisiete años y pasa a gestarse un karma social porque comienza a tomar conciencia de su entorno y de los sufrimientos y necesidades en su alrededor.
JUVENTUD PROPIAMENTE DICHA: se considera esta etapa entre los veintisiete y treinta y seis años y es el momento en el que se hacen un replanteo profundo que abarca todo el universo y enfrenta la necesidad de replantear sus actitudes pasadas.
ADULTEZ: entre los treinta y seis a los cuarenta y cinco años, el ser humano está totalmente independiente de todo lo exterior y sabe qué camino escoger. A esta etapa se la califica como el karma de las acciones personales.
MADUREZ; desde los cuarenta y cinco hasta los cincuenta y tres años es la etapa en la que los valores internos ya están asentados y cada hombre y mujer se reencuentra con el mundo que lo rodea y piensan en lo que ha dado y lo que puede dar.
PRE-VEJENTUD: diez años entre los cincuenta y tres a los sesenta y tres años en los que se den la última oportunidad para poder torcer el rumbo del destino. Se lo puede hacer con mucho cuidado para no producir negatividad en la próxima vida.
ETAPA FINAL: en este momento todo va más allá del karma porque es la etapa de la sabiduría adquirida, es el momento del regreso al interior del alma para hacer ver lo vivido con serenidad.